jueves, 12 de julio de 2012

Locutoras y locutores


RESUMEN: Hablar sobre la locución para la realización de un programa radial es muy amplio, intervienen distintas técnicas a tener en cuenta, pero la más importante es el espíritu, el lama que le entregas al trabajo radiofónico que vale más que un buen tono de voz. Se trata de ser creativos para enamorar cada día nuestra audiencia, de saber sentir como él o ella, porque no hay que olvidar que como locutores o locutoras nos estamos dirigiendo a una persona que necesita de nuestra compañía y nosotros estamos ahí para brindarle un vínculo de amistad incondicional.

PALABRAS CLAVE: Ejercicios radiofónicos – respiración diafragmática -  radioescucha – niveles de lectura – lenguaje – vínculos – mejore amigos

Vamos rompiendo con un paradigma que se dice sobre los locutores, locutor no es aquel que saber colocar la voz, subir y bajar tonos, para aprovechar la caja de resonancia de nuestras fosas nasales, para saber respirar y controlar el aire, estás prácticas son indispensables pero esto no es ser locutor.

Locutor o locutora es aquella persona que hace uso de su personalidad, de su energía interior, necesita de un buen cerebro, una mejor palabra y un óptimo corazón. Rompamos el mito cuando decimos: “Ah” tú sirves para locutor, tienes una voz fenomenal” Las voces en la locución son muy variadas, se necesitan voces de todo tipo, desde la voz chillona de una niña caprichosa hasta la voz gruesa y varonil con tono sensual y romántico. Se trata de adecuar cada voz en su formato respectivo. Aquí podemos encontrar las distintas voces que se usan en el lenguaje radiofónico: http://www.emagister.com/voz-radiodifusion-caracteristicas_h

Uno de los problemas que acarrean a un locutor incipiente son los nervios, es como si lo estuviera a punto de saltar del monte Everest cuando va a hablar por un micrófono, la timidez es un factor en contra, en este caso, debemos aprender a vencerlo. Y ¿cómo vencer los nervios? Pues muy sencillo, al ingresar a cabina mostrarnos con una actitud positiva, de entrega, de optimismo, con la cabeza en alto, con los pantalones bien puestos, y sobre todo con autoconfianza en que sí se puede, también podemos llevar una de esas pelotitas anti stress que permiten desfogar nuestros nervios mientras la presionamos, el organismo lo agradecerá, de hecho.

También debemos preparar el programa, no se trata de improvisar todo lo dicho, organizar nuestras ideas y darle un orden o sentido lógico y secuencial hará que el programa sea mucho más llevadero y fácil de realizar. Evitar las muletillas, éstas son nuestro primer delate, aunque nos brinden un punto de apoyo para no caernos al hablar, no tienen mayor trascendencia, hagamos un análisis de nuestras muletillas y tratemos de eliminarlas poco a poco.

Con la práctica lograremos controlar nuestros nervios y así no nos hagan una mala jugada, ganaremos confianza y se nos hará más fácil la locución hasta nos gustará estar al frente del micrófono.

Un locutor o locutora, además, debe saber respirar bien, al hablar no manifestemos nuestra falta de aire expresando las últimas frases sin aliento, es decir, casi balbuceando. Practiquemos la respiración diafragmática, esto implica utilizar al máximo nuestra capacidad pulmonar. Un consejo de mi profesor de Taller de Radio siempre fue mantener la postura adecuada al sentarse para que así salga la voz con más claridad y del tono que deseamos, para poder colocar la voz, para terminar con buen volumen cada frase.

Existen algunos ejercicios para poder educar nuestra respiración, por ejemplo, inspire profundamente, luego aguante un poco el aire, después suéltelo a través de un sorberte de refresco, esto aumentará nuestra capacidad respiratoria y tendremos el control del aire en nuestros pulmones.

Otro de los ejercicios que quería comentarles es que se recomienda acostarse en el piso boca arriba, recta la columna, brazos a los costados y colocando un libro sobre el vientre respirar por la nariz, tratando de subir el libro lo más posible, luego bote el aire por la boca hasta que el libro vuelva a su nivel inicial. Al practicar esta respiración diafragmática produce la sensación de relax que será inevitable de seguir practicándolo. Aquí encontrarán algunos consejos para mejorar nuestra locución: http://suite101.net/article/concejos-para-una-buena-locucion-a15413

El locutor no debe olvidar jamás con quién está hablando, a quién se está  dirigiendo, debe ser uno de los mandamientos que debe hacer un locutor. Esto quiere decir que la radio o el lenguaje empleado en la misma debe darnos a entender como un si estuviéramos en una charla muy amena con nuestro oyente o nuestra oyente, alcanzando niveles de interrelación más íntimos que ningún otro medio de comunicación social haya alcanzado.

Personalizar al receptor y también al emisor. Cuando encendemos la radio, también queremos conocer a la locutora o al locutor que está hablando con nosotros, deben tener rostros para crear lazos de amistad y credibilidad.

La naturalidad en la voz, es otro factor importante, a tener en cuenta como mandamiento aprendido y practicado, esto convertirá el ambiente de encuentro entre locutora y radioescucha más familiar, íntimo. Olvidar que tenemos un micrófono adelante es la mejor fórmula para mostrarnos tal y como somos verdaderamente, expresarnos libremente sin prejuicios. El mejor locutor es quien no lo parece.

Cuando entremos en la cabina, dejemos nuestros problemas personales, angustias, temores, preocupaciones de la puerta para afuera, la locución en un momento en el cual hay que conectar con el público y éste nos debe estar animados, enérgicos, la radioescucha sólo quiere alejarse de sus molestias, de su rutina y si no lo encuentra en nuestra locución pues no vacilará el cambiar la emisora. Sacarle provecho a la lengua, nuestra más dócil colaboradora, modular la voz, la entonación adecuada hará que nuestra locución no aburra y no nos aburra, tampoco.

En el lenguaje radiofónico la dicción es fundamental en la palabra, la dicción, si no sabían, es la correcta pronunciación de  las palabras, que los demás puedan oír y distinguir bien todo lo que decimos. Aquí existen técnicas como morder un lápiz mientras hacemos la lectura de un cuento o un noticiero mañanero. O el silabeo, la práctica de éste nos asegurará una pronunciación clara de cada letra que decimos. Los trabalenguas no  son juego de niños, ayudan mucho a la dicción en estos casos, es recomendable repetir en la palabra o letra que tengamos más dificultad.

En nuestra locución, nuestro lenguaje no debe sonar como si estuviéramos leyendo, esto sonaría aburrido, es por ejemple, escuchar una exposición de una compañera o compañero de clase que comienza a leer sus diapositivas. Es nefasto, es igual para el locutor, es un suicidio laboral. El estilo de la radio es vivo, caliente, conversado, hacer radio es hablar con el público, no leer monótonamente un escrito ante él. Si redactamos un texto para leerlo en radio, tendremos que escribir para el oído, tal y como debería sonar.

Existen cuatro niveles de lectura; el primero, la lectura comprensiva: entender lo que está diciendo, si no entendemos correr a buscar un diccionario y andarlo en toda la lectura para resolver nuestras dudad y veremos cómo comprendemos mucho mejor lo leído. El segundo nivel, lectura punteada: utilizar los signos de puntuación es donde cobrará sentido nuestro escrito y se hará más comprensible, utilizamos: las comas, los puntos, los dos puntos, el punto y coma, los puntos suspensivos, las interrogaciones, las admiraciones, los paréntesis y las comillas. Para adentrarnos más a este tema ortográfico, les dejó este link: http://reglasdeortografia.com/signos.htm

Como tercer nivel está la lectura modulada, este ejercicio supone gran concentración, habituarnos a ganar con los ojos tres o cuatro palabras o más hará que nuestra lectura no parezca leída y así llevar un mejor ritmo, o saber cuándo respirar. Y el cuarto nivel, la lectura libre: no hay que decir las palabras al pie de la letra, ser flexibles sin cambiar el mensaje que queremos transmitir es una buena técnica para aparentar a que no suene leída.

Y cómo olvidarnos de la improvisación, le diré que para realizar esta técnica y hay que estar más preparados que en lo anterior, por qué nunca sabemos cuándo necesitemos utilizarla, un locutor o una locutora debe tener el vicio de leer, pues sin mucha lectura será difícil improvisar sobre ningún tema, La improvisación supone investigar, hacer esquemas de ideas, estar en forma.

Un buen locutor o locutora nunca debe perder las ganas de comunicarse, alentar a su público oyente. Si queremos captar más audiencia pues conozcamos a nuestras radioescuchas, inmiscuyámonos en sus asuntos, tratémoslos como amigos íntimos, un mejor amigo no es aquel que habla más, sino la persona que te escucha, que se interesa por lo que digas. Convirtámonos en los mejores amigos de nuestros radioescuchas.

SINTESIS: Dicho todo esto, sólo me queda afirmar que un locutor debe ser una comunicador integral, debe saber desde la parte técnica de cómo la radio conduce el sonido a todos los transistores, manejando los equipos, interviniendo en la selección musical, debe ser un productor completo capaz de ser narrador hasta grabador de cuñas en la producción radiofónica.

REFERENCIAS:





AUDIO:





VÍDEOS:





No hay comentarios:

Publicar un comentario