RESUMEN:
Hablar sobre la locución para la realización de un programa radial es muy
amplio, intervienen distintas técnicas a tener en cuenta, pero la más
importante es el espíritu, el lama que le entregas al trabajo radiofónico que vale
más que un buen tono de voz. Se trata de ser creativos para enamorar cada día
nuestra audiencia, de saber sentir como él o ella, porque no hay que olvidar
que como locutores o locutoras nos estamos dirigiendo a una persona que
necesita de nuestra compañía y nosotros estamos ahí para brindarle un vínculo
de amistad incondicional.
PALABRAS
CLAVE: Ejercicios radiofónicos – respiración diafragmática - radioescucha – niveles de lectura – lenguaje –
vínculos – mejore amigos
Vamos
rompiendo con un paradigma que se dice sobre los locutores, locutor no es aquel
que saber colocar la voz, subir y bajar tonos, para aprovechar la caja de
resonancia de nuestras fosas nasales, para saber respirar y controlar el aire,
estás prácticas son indispensables pero esto no es ser locutor.
Locutor
o locutora es aquella persona que hace uso de su personalidad, de su energía
interior, necesita de un buen cerebro, una mejor palabra y un óptimo corazón.
Rompamos el mito cuando decimos: “Ah” tú sirves para locutor, tienes una voz fenomenal”
Las voces en la locución son muy variadas, se necesitan voces de todo tipo,
desde la voz chillona de una niña caprichosa hasta la voz gruesa y varonil con
tono sensual y romántico. Se trata de adecuar cada voz en su formato
respectivo. Aquí podemos encontrar las distintas voces que se usan en el
lenguaje radiofónico: http://www.emagister.com/voz-radiodifusion-caracteristicas_h
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwGYF6MNYIGn9iMt-f1cdCDiyuklGtuBHfPIYuXI4EhHijbQKTYsOgFBHgPUTkyr3bbIAmsaYabxBtCAUraZ18m9gIAF0qnhqw3poqKAVeh_dluvJ3cX4x03G0Gs1Cp6hS0iDkAaDsDlw/s320/Sin+t%C3%ADtulo-1.jpg)
También
debemos preparar el programa, no se trata de improvisar todo lo dicho,
organizar nuestras ideas y darle un orden o sentido lógico y secuencial hará
que el programa sea mucho más llevadero y fácil de realizar. Evitar las
muletillas, éstas son nuestro primer delate, aunque nos brinden un punto de
apoyo para no caernos al hablar, no tienen mayor trascendencia, hagamos un
análisis de nuestras muletillas y tratemos de eliminarlas poco a poco.
Con
la práctica lograremos controlar nuestros nervios y así no nos hagan una mala
jugada, ganaremos confianza y se nos hará más fácil la locución hasta nos
gustará estar al frente del micrófono.
Un
locutor o locutora, además, debe saber respirar bien, al hablar no manifestemos
nuestra falta de aire expresando las últimas frases sin aliento, es decir, casi
balbuceando. Practiquemos la respiración diafragmática, esto implica utilizar
al máximo nuestra capacidad pulmonar. Un consejo de mi profesor de Taller de
Radio siempre fue mantener la postura adecuada al sentarse para que así salga
la voz con más claridad y del tono que deseamos, para poder colocar la voz,
para terminar con buen volumen cada frase.
Existen
algunos ejercicios para poder educar nuestra respiración, por ejemplo, inspire
profundamente, luego aguante un poco el aire, después suéltelo a través de un
sorberte de refresco, esto aumentará nuestra capacidad respiratoria y tendremos
el control del aire en nuestros pulmones.
Otro
de los ejercicios que quería comentarles es que se recomienda acostarse en el
piso boca arriba, recta la columna, brazos a los costados y colocando un libro
sobre el vientre respirar por la nariz, tratando de subir el libro lo más
posible, luego bote el aire por la boca hasta que el libro vuelva a su nivel
inicial. Al practicar esta respiración diafragmática produce la sensación de
relax que será inevitable de seguir practicándolo. Aquí encontrarán algunos
consejos para mejorar nuestra locución: http://suite101.net/article/concejos-para-una-buena-locucion-a15413
El
locutor no debe olvidar jamás con quién está hablando, a quién se está dirigiendo, debe ser uno de los mandamientos
que debe hacer un locutor. Esto quiere decir que la radio o el lenguaje
empleado en la misma debe darnos a entender como un si estuviéramos en una
charla muy amena con nuestro oyente o nuestra oyente, alcanzando niveles de
interrelación más íntimos que ningún otro medio de comunicación social haya
alcanzado.
Personalizar
al receptor y también al emisor. Cuando encendemos la radio, también queremos
conocer a la locutora o al locutor que está hablando con nosotros, deben tener
rostros para crear lazos de amistad y credibilidad.
La
naturalidad en la voz, es otro factor importante, a tener en cuenta como
mandamiento aprendido y practicado, esto convertirá el ambiente de encuentro
entre locutora y radioescucha más familiar, íntimo. Olvidar que tenemos un
micrófono adelante es la mejor fórmula para mostrarnos tal y como somos
verdaderamente, expresarnos libremente sin prejuicios. El mejor locutor es
quien no lo parece.
Cuando
entremos en la cabina, dejemos nuestros problemas personales, angustias,
temores, preocupaciones de la puerta para afuera, la locución en un momento en
el cual hay que conectar con el público y éste nos debe estar animados,
enérgicos, la radioescucha sólo quiere alejarse de sus molestias, de su rutina
y si no lo encuentra en nuestra locución pues no vacilará el cambiar la
emisora. Sacarle provecho a la lengua, nuestra más dócil colaboradora, modular
la voz, la entonación adecuada hará que nuestra locución no aburra y no nos
aburra, tampoco.
En
el lenguaje radiofónico la dicción es fundamental en la palabra, la dicción, si
no sabían, es la correcta pronunciación de
las palabras, que los demás puedan oír y distinguir bien todo lo que
decimos. Aquí existen técnicas como morder un lápiz mientras hacemos la lectura
de un cuento o un noticiero mañanero. O el silabeo, la práctica de éste nos
asegurará una pronunciación clara de cada letra que decimos. Los trabalenguas
no son juego de niños, ayudan mucho a la
dicción en estos casos, es recomendable repetir en la palabra o letra que
tengamos más dificultad.
En
nuestra locución, nuestro lenguaje no debe sonar como si estuviéramos leyendo,
esto sonaría aburrido, es por ejemple, escuchar una exposición de una compañera
o compañero de clase que comienza a leer sus diapositivas. Es nefasto, es igual
para el locutor, es un suicidio laboral. El estilo de la radio es vivo,
caliente, conversado, hacer radio es hablar con el público, no leer
monótonamente un escrito ante él. Si redactamos un texto para leerlo en radio,
tendremos que escribir para el oído, tal y como debería sonar.
Existen
cuatro niveles de lectura; el primero, la lectura comprensiva: entender lo que
está diciendo, si no entendemos correr a buscar un diccionario y andarlo en
toda la lectura para resolver nuestras dudad y veremos cómo comprendemos mucho
mejor lo leído. El segundo nivel, lectura punteada: utilizar los signos de
puntuación es donde cobrará sentido nuestro escrito y se hará más comprensible,
utilizamos: las comas, los puntos, los dos puntos, el punto y coma, los puntos
suspensivos, las interrogaciones, las admiraciones, los paréntesis y las
comillas. Para adentrarnos más a este tema ortográfico, les dejó este link: http://reglasdeortografia.com/signos.htm
Como
tercer nivel está la lectura modulada, este ejercicio supone gran
concentración, habituarnos a ganar con los ojos tres o cuatro palabras o más
hará que nuestra lectura no parezca leída y así llevar un mejor ritmo, o saber
cuándo respirar. Y el cuarto nivel, la lectura libre: no hay que decir las
palabras al pie de la letra, ser flexibles sin cambiar el mensaje que queremos
transmitir es una buena técnica para aparentar a que no suene leída.
Y
cómo olvidarnos de la improvisación, le diré que para realizar esta técnica y hay
que estar más preparados que en lo anterior, por qué nunca sabemos cuándo
necesitemos utilizarla, un locutor o una locutora debe tener el vicio de leer,
pues sin mucha lectura será difícil improvisar sobre ningún tema, La
improvisación supone investigar, hacer esquemas de ideas, estar en forma.
Un
buen locutor o locutora nunca debe perder las ganas de comunicarse, alentar a
su público oyente. Si queremos captar más audiencia pues conozcamos a nuestras
radioescuchas, inmiscuyámonos en sus asuntos, tratémoslos como amigos íntimos,
un mejor amigo no es aquel que habla más, sino la persona que te escucha, que
se interesa por lo que digas. Convirtámonos en los mejores amigos de nuestros
radioescuchas.
SINTESIS:
Dicho todo esto, sólo me queda afirmar que un locutor debe ser una comunicador
integral, debe saber desde la parte técnica de cómo la radio conduce el sonido
a todos los transistores, manejando los equipos, interviniendo en la selección
musical, debe ser un productor completo capaz de ser narrador hasta grabador de
cuñas en la producción radiofónica.
REFERENCIAS:
AUDIO:
VÍDEOS:
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