sábado, 29 de junio de 2013

Ventajas e inconvenientes de la participación de la audiencia en los programas de radio

Introducción

La participación de la audiencia en la radio es un punto clave para lograr la transformación de una sociedad, generadora del cambio social y sobre todo empezando con la reacción frente a determinados problemas que acarrean en la sociedad donde viven. Pero, ¿cómo promover la participación de la comunidad? Pues, utilizando los lenguajes, los códigos, los símbolos, las imágenes, las referencias, los ejemplos, las señas de identidad y formas de expresión cultural y comunicación propias de cada comunidad. Moverse siempre dentro del universo conceptual y el imaginario de la gente, no pretender que hagan suyo lo nuestro, en sí, lograr que la comunidad se sienta identificada con nuestra radio y así poder acrecentar el sentimiento de cercanía entre ambas partes.

La participación de la audiencia es dinámica, es un proceso de aprendizaje progresivo y creciente, en el cual la comunidad va asumiendo mayor protagonismo mientras va disminuyendo el de quienes promueven esa participación. Cada persona se compromete con un ideal, cambiar el mundo, tienen un espíritu soñador, pero con los pies bien puestos en la tierra. Para hacer posible esta participación ciudadana es preciso potenciar las relaciones interpersonales, el conocimiento mutuo, la cohesión, lo relacional, los afectos, lo personal, lo subjetivo. El amor es una poderosa fuerza transformadora. La realidad la cambian las personas y para que las personas cambien la realidad han de empezar primero por cambiar ellas mismas, por dejar morir todas las limitaciones o barreras que existen en su interior y mirar el mundo con otros ojos llenos de una fuerza indestructible y de herramientas poderosas como son la creatividad y la imaginación para dejar de ser pasivos y tomar “el toro por las astas”.

Desarrollo

Esta participación comienza desde que el receptor del mensaje emitido en la radio se convierte en emisor y viceversa. Una de las ventajas de la participación de la audiencia en radio es que los oyentes del programa pueden satisfacer sus necesidades comunicativas que todos tenemos, por ejemplo cuando una persona llega a casa y como no hay nadie enciende la radio para sentirse en compañía y de pronto escucha la transmisión de un tema social y tiene deseos de expresar una opinión, es allí donde puede llamar e intervenir, entonces se está produciendo un tipo de participación en el medio. Pero también, está generando un sentimiento de familiaridad con el presentador o alguno de los colaboradores del programa y esta persona que acaba de llamar, debido a que el medio le posibilita una sensación de proximidad y empatía.

El medio radiofónico también es un ente que defiende el pluralismo y la diversidad, donde existen múltiples 
opiniones de todo público que tenga acceso al medio de comunicación, “esto implica igualdad de género e igualdad de oportunidades para el acceso y la participación de todos los sectores de la sociedad en titularidad y gestión de los servicios de radiodifusión (…) sin que adopten restricciones directas o indirectas al ejercicio del derecho a la libertad de expresión”1. Pero este acceso es en parte limitado, existen límites de tipo técnico y falta de tiempo para dar cabida a todas las llamadas que solicitan intervenir en el programa.

La capacidad de respuesta rápida a las inquietudes y consultas  de la radio a los oyentes, es otra de sus ventajas que ayuda a aumentar la credibilidad y la complicidad con el medio tanto para el oyente individual como para el resto de la audiencia. Imagínense que tratan de saber cómo está el tráfico en la zona sur de su provincia, a donde desean dirigirse, pues entonces llamarán a la emisora que informa sobre cómo está el tráfico en esa zona y así podrán evitar quedarse estancados en la pista.  

Susana Herrera Damas considera que “la participación de los oyentes en los programas de radio es la fórmula más extendida en la mayor parte de los sistemas radiodifusores”2 y esta participación es generada debido a un previo estudio de la audiencia, pues para dirigirnos a alguien e invitarlo a que pase a “tomar una tasita de café” debemos conocerlo. Es decir, la radio debe ofrecer un retrato más preciso de la audiencia, no sólo de forma cuantitativa, sino también conocer sus aspectos cualitativos (gustos, preferencias, intereses, inquietudes, etc.), esta información ayuda en la producción de la programación radiofónica diaria.  Además, esto se logra con las intervenciones de la audiencia quien proporciona una abundante fuente de información acerca de las cuestiones que más le interesan, con la cual se puede seleccionar nuevos temas, enfoques y perspectivas.

Pero estas fuentes de información, los oyentes, no sólo ayudan a determinar los programas en la radio, también son los testigos de un hecho. Cuando hablamos de una investigación periodística, la audiencia puede brindar información sobre el acontecimiento y convertirse así en una fuente más, enriqueciendo el número de puntos de vista de las personas que se encuentran afectadas por una determinada situación. Y esta es una manera de acercar este medio radiofónico a los ciudadanos para que sean protagonistas de los contenidos o sean parte de ellos.

Otra ventaja de estos tiempos, para la participación de la audiencia en la radio, es el uso del internet, convirtiendo a la radio en interactiva donde “la integración de la interactividad de la radio propicia una diálogo que permite que el usuario participe según su planteamiento, con los contenidos o con la propia fuente. De esta forma se articula un lenguaje y unos contenidos propios y específicos que desarrollan un discurso electrónico…”3. A esta particularidad de la radio en internet se la denomina ahora, “La Radio 3.0”, se refiere a la idea de que la entrada de la interactividad en el medio radio, supone situar a emisor y receptor en un mismo plano convirtiéndolo en un prosumidor. Esta nueva plataforma convierte al oyente en creador del producto y a la vez en consumidor del mismo, lo que trae como consecuencia la personalización de los contenidos y la estructuración de estos, de esta forma consigue fidelizar a la audiencia a la que va dirigida la programación y consigue un seguimiento diario.

Ahora pasemos a delimitar cuáles son los inconvenientes que la participación de la audiencia en la radio trae, y para empezar debemos fijarnos en que la inclusión en antena de las voces de los oyentes  facilita un contacto sólo provisional, efímero, no sistemático y no estructurado entre los profesionales y la audiencia, lo cual genera que no exista un contacto más allá de la sola participación del oyente en determinada temporalidad y espacio.

La intervención de las múltiples personas en la radio hace mucho más difícil que el tema a tratar se vaya por las ramas o se salga del tono predominante del programa ocasionando un riego, el cual afecta a la seriedad de la radio, a su imagen y a que se  mantenga en su proyecto comunicacional y político que planteó en primera instancia, al poner en antena un emisora.

Otro inconveniente es cuando los oyentes no conocen el tema, y dirigidos por sus emociones, comienzan a opinar dando lugar a intervenciones poco solventes o desordenadamente expuestas o que estas intervenciones se vuelvan muy particulares y por lo tanto, carezcan de interés para el común de la audiencia, este tipo de intervenciones nos comenta Susana Herrera Damas en su clasificación de la participación de los oyentes en los programas de radio, específicamente en el tipo en función a su finalidad, que sólo pueden existir en “espacios más naturales en la programación de madrugada”4 pero no podemos permitirlo para un género periodístico informativo.

Otro inconveniente de la participación de la audiencia en este ámbito radiofónico es que pretenden medir la opinión pública mediante pequeños sondeos de opinión que no representan una considerable cantidad para determinar la opinión pública, pues Elguero afirma que el perfil de la gente que llama no es el mismo que el del público global. Por lo tanto, si generalizamos los resultados de esas pequeñas encuestas emitidas al aire de un programa estaríamos mintiendo porque no debemos confundir la opinión pública con la opinión del público, recordemos la acepción de Ruiz San Román de acuerdo a que “la opinión pública es la opinión de todos sobre los asuntos que a todos afectan. O de otro modo, la opinión del pueblo sobre lo público.”5 

Conclusión

Teniendo en claro estos aspectos que acarrean la participación de la audiencia en la radio, es deber de todo profesional en este ámbito no se descuide en la puesta en antena de cualquier programa radiofónico, ya que recordando y reconociendo estos aspectos positivos y negativos podremos construir la participación de la audiencia en una fuerza transformadora para el bien de la comunidad, no olvidemos que esto es un proceso continuo y progresivo que sólo se puede lograr cuando la audiencia está realmente comprometida para cambiar el mundo.  

Referencias:

1 “Principios para garantizar la diversidad y el pluralismo en la radiodifusión y los servicios de comunicación audiovisual”. (2010). [en línea]. Buenos Aires, Argentina. Disponible en internet: http://legislaciones.amarc.org/40Principios/40_Principios_diversidad_pluralismo_libro.pdf
2 Revista de Comunicación. “La participación de los oyentes en los programas de radio, ¿un género radiofónico?”. [en línea]. (2004) Vol. 3.  Disponible en: http://udep.edu.pe/comunicacion/rcom/pdf/2004/Art007-19.pdf
3 Martín, P. (2012). “Interactividad y participación en la radio. Las emisoras musicales de más audiencia”. Madrid, España. Disponible en internet: http://uvadoc.uva.es/bitstream/10324/2597/1/TFM-B.33.pdf
4Herrera, S. (2003). “Tipología de la participación de los oyentes en los programas de radio”. Pp.154. Disponible en internet: http://academia.edu/240236/Tipologia_de_la_participacion_de_los_oyentes_en_los_programas_de_radio

MAPA CONCEPTUAL:




Producción Periodística


RESUMEN: En el presente artículo científico podrán conocer que en la producción radiofónica de base periodística hay algo más allá que máquinas de recolección, selección y análisis de datos, este medio también promueve la interactividad con su audiencia para generar una transformación social logrando movilizar a la ciudadanía en cualquier tema público que dañe sus derechos.

PALABRAS CLAVES: Información – Audiencia – Opinión Pública – Construcción de la agenda - Participación

El quehacer radiofónico periodístico requiere no solamente de seleccionar informaciones que aborden temas de diferentes índoles, sino que mediante este medio, la radio, brindemos un espacio que ayude a construir un mundo mejor mediante las relaciones con la audiencia donde sea ésta misma la que se involucre activamente en la toma de decisiones sobre lo público, sobre los temas que se deberían tratar en la radio y que nazca de ella misma transformar su realidad en defensa de sus derechos.

En la producción periodística existen dos objetivos primordiales para realizar esta  tarea que requiere de mucho trabajo y convicción en lo que se trata de efectuar, el primero es multiplicar informaciones veraces y plurales y el segundo es que estas informaciones estén protagonizadas por las comunidades y los actores sociales que atraviesan diversas situaciones de desigualdad económica, de género, política, cultural, social.
Estas informaciones ayudan en los procesos de formación de la opinión pública, la cual es fundamental en los procesos de transformación de las sociedades. Y en este punto nos vamos a detener, ¿qué es, realmente, opinión pública?

Pues, la opinión pública es una parte, y de las más importantes, de la vida pública. A la opinión pública se la relaciona con el espacio público. De momento podemos afirmar que en la opinión pública existe un incesante flujo de mensajes y discursos que circulan cotidianamente en la sociedad. Por lo tanto, podemos considerar que refleja la cultura, los valores y las instituciones y que se propaga a través de los múltiples canales de comunicación social.

En el estudio de la opinión pública, Manuel Mora afirma “lo que opina la gente, cómo formamos nuestros pensamientos acerca de los asuntos públicos, cómo los transmitimos a los demás y cómo las opiniones que circulan entre las personas llegan a ser un parte sustancial de la realidad social. (…) Cuando la gente habla entre sí y pone en circulación sus opiniones en el espacio social contribuye a la formación de un tejido social específico, intangible y a la vez aprehensible para casi todos. Ese plano de la vida social constituido por las opiniones que las personas emiten y circulan entre ellas es llamado opinión pública”1. Esta forma de entender la expresión “opinión pública” es verdadera pero no agota su significado.

Por otro lado, Elisabeth Noelle-Newmann ofrece esta definición: “Opiniones y comportamientos en áreas cargadas de valores, que cada individuo puede expresar en público previendo una buena acogida. En otras palabras, las opiniones y modos de comportarse que pueden expresarse y exhibirse en público sin arriesgarse al aislamiento”2 Esta definición nos da a conocer su teoría de la espiral de silencio, en donde los medios de comunicación de masas representan la fuente más importante de observación de su entorno con que cuenta el individuo para enterarse de cuáles son las opiniones que encuentran la aprobación de la sociedad y cuáles las que conducen al aislamiento. Aquí les dejo un link para mayor información sobre su teoría: http://www.google.com.pe/url?sa=t&rct=j&q=elisabeth%20noelle-neumann%20opinion%20publica&source=web&cd=2&cad=rja&sqi=2&ved=0CC0QFjAB&url=http%3A%2F%2Fwww.unav.es%2Ffcom%2Fcomunicacionysociedad%2Fdescarga_doc.php%3Fart_id%3D226&ei=tTXHUZ6eKa2v0AGou4DwCQ&usg=AFQjCNGl4ezVhrzAQdkYddjOfBQw2JRHXw&bvm=bv.48293060,d.dmQ

Entonces podemos decir, que la opinión pública no es la suma de lo que las personas piensan de manera individual, sino que es el resultado del intercambio entre las opiniones que circulan públicamente, donde los medios de comunicación son uno de los principales ámbitos de circulación de informaciones, ideas y opiniones. Y aquí resalta un elemento importante que caracteriza a la opinión pública, éste se refiere a un tema público, es decir, que es un acontecimiento social que es compartido por una mayoría considerable de personas. Según nos dice Hernán Gutiérrez en su libro “Cómo incidir en la opinión pública” expresa que una opinión sobre lo público es aquella que se remite o refiere a un hecho que es visible por todos, es decir, que es de todos, que todos lo conocen, se apropian de él y pueden opinar al respecto. Es un asunto sobre el cual la atención de la mayoría de los ciudadanos se encuentra centrada”3.

Las audiencias de las radios comunitarias se vinculan con los temas públicos, y en la producción periodística de cada emisora deben definir esos temas para la construcción de la agenda propia, no olvidando que la radio es un medio que puede hacer que la ciudadanía se movilice en defensa de la democracia transformando su realidad.

La construcción de la agenda es un tema que tiene que ver con el proyecto comunicacional, político de cada radio comunitaria, en este caso. Y para esto, las informaciones que traten se producen, es decir, se seleccionan interpretan y difunden según un punto de vista particular. Pero, ¿cómo se selecciona, interpreta y difunde información en las radios comunitarias?

Bien, si ya hemos dicho que todas estas informaciones se tratan según un punto de vista particular, pues en las radios comunitarias este punto de vista no es individual ya que trabajan con un audiencia que es múltiple, y por lo tanto, el punto de vista es el resultado de un conjunto de decisiones en las que el proyecto político cultural y comunicacional de una emisora es el mayor protagonista. Es decir, que desde el proyecto que tenga cada radio comunitaria, se determinará cuáles serán las informaciones que el medio de comunicación comparta con sus interlocutores.

Estas informaciones parten de un hecho real y para construir una agenda debemos seleccionar esa realidad que tenga situaciones específicas donde la radio pueda construir sentidos y ayudar a la participación de la ciudadanía en determinada situación.

Existen diversos tipos de agendas, la agenda propia, la agenda pública, la agenda de los medios. La diferencia radica en que la primera está formada por el conjunto de temas o aspectos de la realidad sobre los cuales un proyecto radiofónico se propone decir algo y éste puede abarcar temas tanto políticos, económicos y sociales como también aspectos culturales, artísticos, musicales o religiosos. Mientras que la agenda pública puede ser definida como “la lista de asuntos que el público considera importantes” y esta agenda es medida mediante encuestas en las cuales la gente responde a la siguiente pregunta abierta: “¿Cuál es el problema más importante que enfrenta nuestra nación actualmente?, la proporción de encuestados que mencionen un asunto como el problema más importante determinará su notoriedad o importante. Y la agenda de los medios podría definirse como la lista de los asuntos con cobertura mediática. En las investigaciones de agenda setting se seleccionan aquellos medios que los investigadores consideran con más impacto. “En general, la agenda mediática es una medida considerando la frecuencia y prominencia en la cobertura mediática de un tema, teniendo en cuenta factores como el ancho de una columna en las notas de los diarios, o la cantidad de tiempo al aire en la televisión, o por la posición del tema en un diario o programa”4.Aquí el documento por Fernando Petrone sobre el estudio de la agenda setting: http://webiigg.sociales.uba.ar/iigg/jovenes_investigadores/5jornadasjovenes/EJE9/Mesa%20Debates%20y%20construccion%20de%20herramientas%20metodologicas/PETRONE_Facundo.pdf

Diferenciando bien estos términos podemos entonces empezar, como radios comunitarias, a diseñar las estrategias necesarias para que los temas y enfoques que integren la agenda propia tengan una jerarquía importante en la agenda pública.

Hernán Gutiérrez plantea, por un lado, buscar el costado más atractivo de la noticia. Temas ordinarios que puedan situarse en un primerísimo lugar convirtiendo el tema en una noticia concreta, impactante, que toca las emociones y las fibras vivenciales de la audiencia. Por otro lado, la articulación con otros medios de comunicación y con organizaciones de la sociedad civil puede ser un modo de abordar el tratamiento de los temas que favorezca la visibilidad y la incidencia.

Y para este tema de la incidencia, recordemos que José López Vigil tiene en claro que “una radio ciudadana o comunitaria es para las emergencias y para la prevención y rehabilitación social. Incidir todo el tiempo, en duras y maduras. Hacer que la radio no sea una mera espectadora, sino convertirla en actora social. ¿Quieres marcar la diferencia? No lo conseguirás cambiando el perfil musical ni la voz de tus locutores. ¿Quieres tener incidencia? Opina. Promueve políticas públicas. Moviliza y movilízate”5.

Pero en toda información que lanzamos al aire debe haber un enfoque, un punto de vista que cómo ya lo hemos mencionado, las radio comunitarias no sólo tiene un solo enfoque sino que buscan múltiples enfoques y de esos toman decisiones integrándolos para la difusión de la información, pues recordemos que los hechos suceden pero las informaciones se construyen. Y este enfoque se relaciona con el tipo de reacciones que se propone generar en sus audiencias.

Así que ya sabemos que en el armado de una agenda que oriente la producción radiofónica entra en relación a dos elementos: La definición de los temas que se integrarán a la agenda y la definición del punto de vista que abordan esos temas.

Otro punto que debemos tener presente para la producción radiofónica y específicamente en el armado de esta agenda es que debe ser equilibrada, es decir, que equilibrada en relación a su proyecto político cultural, por ejemplo: si la radio se propone mejorar las condiciones de vida de los sectores jóvenes, además de campañas de prevención del sida, debería pasar la música que esos jóvenes les gusta escuchar. Pues, la radio además de hablar de grandes temas puede generar ese sentimiento de cercanía con sus audiencias mediantes temas en los cuales se sientan identificados.

Todos estos temas y puntos de vista que les damos deben estar muy ligados a la misión de las radios comunitarias pues para construir ciudadanía, mejorar la calidad de la vida de la gente, promover valores humanistas y lograr que otro mundo sea posibles debemos hacernos la pregunta ¿Para qué informamos a través de los medios de  comunicación social? Y para encontrar la respuesta, José López Vigil nos menciona una lista muy interesante, para no olvidar:

-          Los Derechos Humanos, individuales y sociales, económicos, políticos y culturales.
-          La democracia, especialmente la participativa.
-          El desarrollo sostenible y una justa distribución de la riqueza.
-          La identidad étnica y la diversidad cultural.
-          La equidad de género.
-          La preservación del medioambiente.
-          La soberanía nacional y la integración regional.
-          La cultura de Paz y solidaridad entre los pueblos.

Teniendo delimitada bien la misión de las radios comunitarias podemos estar comprometidos personalmente y supervisados por nuestros públicos, así también aumentaremos la credibilidad, cumpliendo nuestra responsabilidad social y por consiguiente, tendremos un sitio ganado en el corazón de la gente.

Y hablando de credibilidad, las fuentes que utilicemos para construir nuestras informaciones tienen una fuerte influencia en cómo la audiencia no tomará o nos percibirá, pues la selección de las fuentes que consultemos también tienen que ver con la identidad de la radio, sus principios y valoraciones, es decir con el proyecto político cultura de la radio comunitaria.

Para esto especificaremos algunos criterios de clasificación de las fuentes de información según Emiliano Albertini y Adela Ruiz:

- Por la procedencia y origen de la información: en personales, institucionales y documentales
- Por el canal utilizado: de transmisión oral y de transmisión documental
- Por la cobertura geográfica: de carácter internacional, nacional, regional y local
- Por el grado de adecuación de la información que ofrecen: total, media e insuficiente
- Por el tipo de información que presentan: especializada y general.

Otro tipo de fuentes de información que podemos agregar son las de “identidad reservada” o confidentes, o también llamada por Borrat como “atribución con reservas” aquí se cita la información, pero la fuente no se identifica explícitamente, sólo se la bosqueja y se sitúa para orientar al lector sobre la procedencia de la declaración6. Aquí el link donde encuentran todo el documento sobre este tema: http://www.google.com.pe/url?sa=t&rct=j&q=tipos%20de%20fuentes%20de%20informacion%20en%20periodismo&source=web&cd=8&cad=rja&ved=0CFQQFjAH&url=http%3A%2F%2Fwww.perio.unlp.edu.ar%2Fgrafica1%2Fhtmls%2Fapuntescatedra%2Fapunte-fuentes2007.doc&ei=t1nLUYD5B6LC0QG5q4GAAQ&usg=AFQjCNFfboHjczTNUdxK7TzjdEU6hozlLg&bvm=bv.48340889,d.dmg

¿Y, qué decimos de internet como fuente de información?

La informatización de la sociedad llevó a Internet a convertirse para el periodista en una nueva, rica y potente fuente de información donde convergen personas, grupos (reales y virtuales) y documentos que enriquecen los contenidos informativos, ofreciendo, en menos tiempo y con mayor cercanía, la posibilidad de mejorar la comunicación social.

Esta nueva fuente de información también facilita el acceso a actores sociales que no tienen recursos para establecer contactos regulares como los medios de masas. Como señala Cristina Ribas, directora de Diario de Barcelona: “En el medio digital es mucho más sencillo salirse de las versiones institucionales y de las declaraciones de las fuentes oficiales que canalizan las agencias de prensa”7, lo que permite diversificar las fuentes y como radios comunitarias, así no homogeneizamos la información y brindamos ésta de una manera donde no esté supeditada a los conocidos intereses de otros medios de comunicación comerciales y/o estatales.

Las radios comunitarias también son promotoras de la participación ciudadana, no pueden dejar de lado a las comunidades como fuentes de información, aquí ellas pueden y deben dar a conocer sus intereses y percepciones de determinados temas que deben estar presentes en la programación. Esto permite, además, que ellas mismas sean las productoras de una emisión radial, y por ende constructoras de la noticia.

La audiencia, como sostiene Cohen, es uno de los principales factores que condicionan la actividad de la empresa radiofónica, por ser la destinataria de los mensajes y quien justifica su existencia.

La audiencia condiciona al medio cuando el mismo medio lo permite, cuando su propósito es servir a las necesidades del público y no servirse de él para saciar intereses económicos o políticos.

Si existiese conciencia de que la radio es un vehículo de inapreciable valor para transmitir cultura, para formar, educar, se permitirá que la audiencia condicione los mensajes. Este condicionamiento surge de los estudios de audiencia, de las consultas a los oyentes, de los deseos y opiniones. Pues, sin los radioescuchas, la radio simplemente desaparecería o no tendría sentido alguno, es como si nos fuéramos  a comprar comida para perro, escogiéramos a la mejor marca de esta comida y no tuviéramos un perro que la comiera. Entonces, si hacemos un trabajo radiofónico, éste siempre va a estar dirigido a una audiencia específica y por lo tanto debemos conocer.

Cohen afirma que en un estudio de audiencia es necesario conocer datos de carácter general (estratificación social, ocupación, costumbres, etc.) y datos específicos (nivel de estudios, grado de instrucción, prestigio social, interés por las cuestiones públicas, deseos de participación, necesidades informativas, musicales, artísticas, culturales, educativas, etc.). En los estudios de audiencia, también se deben considerar las condiciones de recepción del mensaje:

El lugar y las circunstancias que rodean al oyente configuran distintas formas de escucha, relacionadas con el grado de interés y la actitud ante la emisión radiofónica. Así, se identifican cuatro tipos de escucha:
-          La radio ambiente, utilizada sólo como medio musical o de palabras.
-          La radio que se escucha, utilizada durante el desarrollo de alguna actividad paralela y a la que se presta una atención marginal.
-          La atención concentrada, cuando el oyente aumenta el volumen de su aparato receptor, rechazando los ruidos del ambiente y concentrando la atención en el mensaje.
-          La radio selección, supone el grado máximo de interés, cuando el oyente selecciona determinado programa8.

Por último, puede señalarse un aspecto que no por obvio deja de ser central en el manejo de los datos o declaraciones que se obtienen de una fuente: el chequeo de la información. El precepto que encierra esta norma es claramente enunciado por Orione: “No se debe dar a conocer ninguna información sin antes haber confrontado la fuente original con otras que puedan confirmar o negar los dichos de la primera”. En el caso de informaciones propias, el no cumplimiento de esta pauta encierra el peligro de que el periodista comunique datos que resulten ser falsos o equivocados. Y además de la necesidad de contrastar y verificar la información, la mayor parte de los autores advierte contra el riesgo de “casarse” con las fuentes informativas y subraya la importancia de garantizar la pluralidad en el uso de las fuentes, lo que actúa como garantía de una mayor calidad de la información y fortalece, al mismo tiempo, el trato ecuánime del medio y del periodista hacia los protagonistas de la noticia. Con todo esto lograremos que los datos que conseguimos de las fuentes de información sean veraces.

Conociendo bien a nuestra audiencia podremos entablar buenas relaciones que permitirán crear un sentimiento de cercanía entre el emisor y receptor de los mensajes una cercanía que se basa en la proximidad geográfica, pero sobre todo en la identificación cultural y la relación afectiva, pues la radio comunitaria junto a su audiencia promueve relaciones humanas justas, pluralistas, sinceras. Las audiencias son los actores sociales más estratégicos con que la radio puede construir vínculos que conduzcan a la producción de nuevos sentidos sobre el mundo y tracen el recorrido de una transformación.

Es por eso, que la participación de la ciudadanía en la producción radiofónica es motivo por la cual toda radio comunitaria debe valerse para que los ciudadanos sean transformadores de conciencia que impulsen un nuevo modelo de vida constructivo y sin violencia, donde prime la paz y donde el mundo donde vivimos  no sea un lugar en el que tendríamos que defender lo obvio como lo dice Bertold Brecht en su conocida frase: "Qué tiempos serán los que vivimos, que hay que defender lo obvio".

José Ignacio López Vigil habla de la radio interactiva como aquella que permite cambiar los papeles, en la que el emisor puede ser receptor y viceversa. Es aquella misión que permite la acción de parte del receptor para que participe no sólo con el habla, sino también con el hacer, con el modificar. Nos trata de decir que la radio comunitaria puede promover la integración directa con la comunidad.

Una radio interactiva trata de hacer llegar a cada persona que nos escucha, el proyecto comunicacional y político que tiene la radio, hacer que se enamore de él y que lo defienda a capa y espada convirtiéndose en partícipe de una acción transformadora y viva del cambio en su sociedad. Trabajar en comunión con ellos como coproductores de todos los mensajes que se puedan transmitir en la radio, haciendo esto podremos generar movilización y lograremos ver como la participación de la ciudadanía hace cosas “imposibles”.

PROPUESTAS

1.       Desarrollar en estudiantes de Ciencias de la Comunicación habilidades para ejercer buenas prácticas de investigación periodística y así no se dejen, más adelante, llevar por la agenda de los medios que tienen otros medios de comunicación comerciales que defienden intereses políticos y económicos.
2.       Cambiar el proyecto comunicacional y político que una radio tenga, dirigiéndolo a la capacidad de movilización social y utilizando la creatividad para ser un medio donde hombres y mujeres decidan involucrarse activamente sobre lo público, en la construcción de un mundo mejor.
3.       Permitir la coparticipación de las audiencias en la producción radiofónica junto con los radialistas para lograr una identificación mayor con aquellos y por ende, generar el cambio transformador en la sociedad.

REFERENCIAS:

"Opinión pública y medios de comunicación. Teoría de la agenda setting". [en línea].Universidad de Granada. [citado en marzo del 2009].Disponible en internet: http://www.ugr.es/~pwlac/G25_01JoseMaria_Rubio_Ferreres.html ISSN 0214-7564.

Gutiérrez, H.(1997). "Como incidir en la opinión pública". Quito, Ecuador.Disponible en internet: http://www.salgalu.tv/unesco/materiales/3como%20incidir%20en%20la%20opinion%20publica.pdf

Petrone, F. "Estudios de Agenda Setting. Conceptos, metodologías y abordajes posibles". Disponible en internet: http://webiigg.sociales.uba.ar/iigg/jovenes_investigadores/5jornadasjovenes/EJE9/Mesa%20Debates%20y%20construccion%20de%20herramientas%20metodologicas/PETRONE_Facundo.pdf

López, J. (2008). "Ciudadana Radio. El poder del periodismo de intermediación". Caracas, Venezuela.


"Internet como fuente de información en un contexto de Glocalidad y Necesidades Informativas en Venezuela". [en línea]. Edición 59.Monterrey, México. [citado el 26 de junio del 2013]. Trimestral. Disponible en internet: http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n49/hazelsiglic.html

Galarza, T. (2003). "Estrategias interactivas en la radio comunitaria educativa". Barcelona, España.


CITAS:
2Tomado del documento web:
5Tomado del documento web: http://www.rebelion.org/docs/77807.pdf

AUDIOS: 
NACIMIENTO DE LA RADIO COMUNITARIA by Flormery
Construcción De La Agenda Ciudadana by Flormery


VÍDEO:


lunes, 10 de junio de 2013

RADIO COMUNITARIA EN EL MUNDO



Dedicatoria:
A todas las personas ávidas de construir
un mundo mejor en la sociedad en que viven.

SUMARIO
INTRODUCCIÓN
I CAPIÍTULO: Las Radios Comunitarias
1.      Definición
2.      Características
3.      Dimensiones
3.1  Dimensión político cultural
3.2  Dimensión organizacional
3.3  Dimensión económica
3.4  Dimensión de sostenibilidad social
3.5  Dimensión comunicacional
3.6  Lo emocional afectivo
4.      El mito de las tres P
5.      Misión de la radio
6.      Radio comunitaria en un entorno de conflicto
II CAPÍTULO: Experiencias de Radios Comunitarias
1.      Radio Candip
2.      Radio KPFA
3.      Radio Comunitaria de Mahaweli
CONCLUSIONES
REFERENCIAS
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INTRODUCCIÓN
Hoy cada vez más, existen grupos ciudadanos que aspiran a contar con medios propios para impulsar sus agendas e incentivar la pluralidad de voces, ante la avasallante homogeneidad informativa cotidiana, ante la invisibilización impuesta por los medios tradicionales a sus propias necesidades. Una tendencia a nivel mundial de medios en manos de grupos sociales es la radiodifusión comunitaria, que tiene su mayor actividad en América Latina y África.
La presente monografía trata de disolver todas las dudas sobre lo que una radio comunitaria es y puede lograr en un sociedad donde existen conflictos de toda clase, ya sean socioeconómicos, políticos, ambientales, culturales, etc. La misión de la radio comunitaria es construir ciudadanía y ésto implica procesos, avances y retrocesos que una comunidad debe estar dispuesta a enfrentarse para lograr un cambio rotundo, donde los integrantes de la comunidad puedan ser escuchados, puedan liberarse de la terrible homogeneidad que los medios comerciales tratan de imperar.
Espero que lo que vayan a leer a continuación pueda ser de gran ayuda para ustedes, hombres y mujeres, que quieren cambiar el mundo cada día, haciendo de este día mejor que el de ayer mediante la radiodifusión comunitaria.
I CAPÍTULO: Radios comunitarias
1.      Definición
Existen múltiples acepciones sobre las radios comunitarias, pero todas éstas se han inclinado siempre por algo en común, tiene una palabra que aunque no sea explícita está implícita, esta es la “democratización”. Una radio se hace comunitaria cuando se entrega a la comunidad, cuando atiende sus gustos y necesidades. Lo comunitarios se entiende como un estilo de vida, de pensamiento, de relación con el público; no se puede decidir ser comunitario a priori. Es una construcción cotidiana en la que se avanza y se retrocede; en la que se acierta y se equivoca en la construcción de esta vocación social que es la radiodifusión comunitaria1.
Aseguramos que las aspiraciones de este movimiento de radiodifusión comunitaria tiene como objetivo social fundamental la democratización de las comunicaciones con objeto de que la sociedad civil tenga los espacios necesarios para sus intereses, en contra de la concentración de la propiedad de las radiodifusoras en manos de empresas comerciales que apenas deja un 10% a otras expresiones sociales. Entonces, lo que buscamos en la construcción de una radio comunitaria es generar espacios de interacción, crear vínculos más cercanos entre la radio y la gente, y cuando digo “gente”, me refiero a las personas que no son escuchadas comúnmente en otro tipo de radios (comerciales o estatales), es decir, llevar a la radio a personas comunes y corrientes que nos puedan expresar sus sentimientos, pensamientos, necesidades, etc. que la radio sea de, para y con ellas, generando así esa cercanía con el receptor que en esta radio, éste se convierte constantemente en emisor. Creamos una radio participativa con el medio, ya que la radio comunitaria promueve la participación de los ciudadanos y defiende sus intereses ayudando a resolver los mil y un problemas de la vida cotidiana.  
Por lo tanto, lo que la distingue de las radios comerciales o de las radios  estatales, es la esencia de lo comunitario: los objetivos sociales por los que se lucha. Es decir, mientras las emisoras comerciales tienen una finalidad lucrativa y las estatales una propagandística, las radios comunitarias orientan su quehacer al servicio de la comunidad.
La radio comunitaria  incorpora nuevos lenguajes, nuevos formatos, otros sonidos, músicas, voces. Son otras formas de hablar, nuevos tratos con los oyentes, formas de preguntar y de responder, formas de demandar, de peticionar a las autoridades. Pues, cada radio comunitaria tiene su tonalidad bien modulada con la imagen de aquellos que la escuchan. Lo importante es la búsqueda de la diferencia.
“La radio comunitaria es un factor de acercamiento, un puente, un paso hacia el otro, no para que el otro se convierta en lo que nosotros somos, sino para que él pueda ser lo que es. No se trata de tener más, sino de ser, esa es la verdadera misión de las radios comunitarias” - Alliance des radios communautaires du Canada, ARC. Canadá.
En este sentido, la radio comunitaria es una propuesta social, exponiendo claramente cómo pretenden incorporarse y en consecuencia incidir en ese tejido social. La radio comunitaria es un proyecto político, de ninguna manera partidista, en el sentido de que asume compromisos y toma posición respecto a la problemática concreta en que vive y se ubica en el contexto social en donde se desarrolla. Así, por ejemplo tenemos radios de mujeres reivindicando sus derechos y su forma de querer ser vistas y tratadas por la sociedad; radios indígenas que defienden y fortalecen su identidad cultural en el marco de la realidad nacional; radios de jóvenes que proponen su división, preocupaciones y formas de afrontarlas. La lista de proyectos específicos es tan amplia y heterogénea como la sociedad misma, sin embargo, lo que pretendemos dejar claro es que una radio responde a un proyecto político, insisto no partidista, de mediano y largo plazo, y las decisiones sobre su función son tomadas por el grupo que sostiene dicho proyecto, es una reivindicación de los sujetos individuales y colectivos frente a los poderes.
Esta reivindicación se expone en forma de ideas, opiniones y lenguajes integrados radiofónicamente en pleno ejercicio de la libertad de expresión en la esfera de lo público, con el fin de aportar a un diálogo colectivo para la construcción de los consensos y del debate que lleve a una participación corresponsable. Por ello, las radios representan la posibilidad de los ciudadanos, para ejercer su libertad de expresión y, en todo caso, sentirse involucrados, reconocidos e identificados con sus planteamientos y contenidos a través de un soporte tecnológico que es la radiodifusión. De esta manera, los campesinos, los indígenas, las amas de casa, los jóvenes, las mujeres, los hombres, entre otros, pueden expresar sus ideas, su pensamiento, lo que quieren, lo que aspiran, lo que sueñan lo que les enoja, lo que les alegra, finalmente lo que cada uno es, y es como práctica social un ejercicio concreto de pluralidad informativa, algo que en definitiva es una carencia en nuestro sistema comunicacional del país2.
2.      Características
Mencionemos rasgos comunes de las radios comunitarias. Las modalidades participativas y democráticas de trabajo, la ausencia de fines de lucro y los objetivos de naturaleza política, social y cultural.
Una radio comunitaria no se identifica por la potencia de su señal, ni por la frecuencia, la licencia o la propiedad del medio. Tampoco se contrapone a la producción de la calidad o a la condición de la empresa rentable. Son sus objetivos políticos, el carácter social de la emisora, lo que la define.
Las radios comunitarias también fueron y son espacios de encuentro, expresión y acción de sectores minoritarios que no ocupan puntos centrales del espacio social (homosexuales, cultura underground de cualquier género, desocupados u ocupados marginales). Estos grupos acceden al aire y la intención de comunicar un relato propio también define la editorial política y la estética de la emisora.
Las programaciones de estas radios se construyen fundamentalmente con base en lo local y lo específico3.
José López Vigil nos comenta con palabras contundentes qué hace que una radio sea comunitaria: “Cuando una radio promueve la participación de los ciudadanos y defiende sus intereses; cuando responde a los gustos de la mayoría y hace del buen humor y la esperanza su primera propuesta; cuando informa verazmente; cuando ayuda a resolver los mil y un problemas de la vida cotidiana; cuando en sus programas se debaten todas las ideas y se respetan todas las opiniones; cuando se estimula la diversidad cultural y no la homogenización mercantil; cuando la mujer protagoniza la comunicación y no es una simple voz decorativa o un reclamo publicitario; cuando no se tolera ninguna dictadura, ni siquiera la musical impuesta por las disqueras; cuando la palabra de todos vuela sin discriminaciones ni censuras, esa es una radio comunitaria.
No se someten a la lógica del dinero ni de la propaganda las emisoras que así se denominan. Su finalidad es distinta, sus mejores energías están puestas al servicio de la sociedad civil. Un servicio, por supuesto, altamente político: se trata de influir en la opinión pública, de inconformar, de crear consensos, de ampliar la democracia. En definitiva -y por ello, el nombre- de construir comunidad''4.

3.      Dimensiones
Claudia Villamayor y Ernesto Lamas distinguen cuatro dimensiones: lo político cultural, lo comunicacional, lo organizacional y lo económica. Sumamos aquí, las estrategias de alianzas o sostenibilidad social como una quinta dimensión y lo emocional como un eje transversal presente en todas las dimensiones:

3.1 Dimensión político cultural
Son los idearios, objetivos, utopías, principios o misión de las radios. Son los objetivos político culturales de la radio que marcan la orientación del proyecto y todos los demás objetivos en tanto institución.
“Expresa también el modelo de sociedad presente en el imaginario de la radio y pone de manifiesto la identidad del proyecto…Los objetivos político culturales de las radios no nacen por generación espontánea. Palpitan en los proyectos y luego se formulan de manera sistemática”5.
En esta dimensión también entran las contradicciones y las revisiones que surgen de las personas y de los grupos, de las condiciones materiales que marcan a su vez los contextos políticos, económicos, culturales y comunicacionales.

3.2 Dimensión organizacional
Son los modos o formas en que los colectivos de las radios se organizan, comprende la división, coordinación y participación en el trabajo; la comunicación interna, los espacios de toma de decisiones a través de los organigramas, los estilos de dirección y los modos en que se distribuye el poder en el interior de las radios.

3.3 Dimensión económica
Todo proyecto radiofónico, aunque no persiga fines de lucro, comprende una dimensión económica desde el momento en que requiere trabajo y recursos para su realización. Esta dimensión refiere, entonces, a los modelos o criterios para la generación, la administración y la proyección de los recursos económicos de las radios. Involucra, también, las formas de propiedad que asumen estos medios. Un proyecto económico involucra objetivos, ideas, ideologías, valores, perspectivas sobre la dimensión económica. Construir un proyecto económico implica explicitar qué economía se quiere para ese proyecto.

3.4 Dimensión de sostenibilidad social
Son las alianzas, las articulaciones sociales y políticas que teje la radio, su respaldo social que se finca principalmente en los actores comunitarios. Este sostén social son las raíces que tiene la radio para afianzarse a su comunidad y entorno. Estas raíces son, en todo caso, la garantía de pervivencia y solidez de cualquier proyecto radiofónico pues garantizan la alimentación continua del proyecto de contenidos y sentido, así como la construcción de sentidos hacia la comunidad en una relación recíproca significante.

3.5 Dimensión comunicacional
Se refiere a lo que comunica la radio y cómo lo comunica. Expresa el perfil de la radio y su programación; su inserción en el mapa de medios; en las estéticas y construcción de contenidos; en la conformación de unas audiencias, en su posición editorial frente a problemáticas específicas, la calidad de la información que emite.
“los objetivos comunicacionales de la radio son las orientaciones elegidas para expresar cómo deseamos comunicarnos con la comunidad. Son formas comunicativas… que un equipo de radialistas decide para construir su relación con la audiencia”6.
Las formas y contenidos se expresan en la programación y deben ser concordantes con el proyecto político cultural.

3.6 Lo emocional afectivo
No quisiéramos soslayar la importancia de lo que consideramos un eje transversal que impacta las cinco dimensiones de la gestión integral: lo emocional afectivo.
Este eje se refiere al estado que guardan las emociones, afectos y confianza entre los miembros del colectivo de la radio, así como de las relaciones de estos con sus familias o núcleos comunitarios.
La particularidad de los colectivos que componen una radio comunitaria, en donde el motivo de la permanencia y trabajo dentro de la radio tiene que ver con vocaciones de transformación social en muchos de los casos, hace que este aspecto tenga una relevancia política y estratégica, pues es uno de los fundamentos del colectivo y por ende de la radio.




4.      El mito de las tres P
A la radio comunitaria también se le nombra como el “tercer sector”, en referencia a la composición que prevalece en la actualidad en el panorama de  los medios electrónico, está el sector de los medios comerciales con fines de lucro, el sector de los medios públicos o de Estado, que pertenecen a instituciones gubernamentales como lo son las radios indigenistas propiedad de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, que aunque hacen un excelente trabajo comunitario, en los hechos la determinación del proyecto radiofónico y del medio mismo es del Estado no de las comunidades, lo cual hace una diferencia política y social, pues las comunidades no deciden sobre él; y el sector social de los medios comunitarios o ciudadanos, que ha tenido su mayor crecimiento e impulso en América Latina, especialmente en el sur del continente donde comenzaron con fuerza desde los años 50 en Bolivia, y luego a consecuencia de las dictaduras militares que hicieron estragos.

Estas radios del Tercer Sector en América Latina y el Caribe (ALC), están festejando más de 50 años de vida. Por ejemplo, en Colombia, en 1947, vio surgir las primeras experiencias de radio con un sentido no comercial y con el objetivo de alfabetizar al campesinado. La Iglesia Católica fue la primera en asumir esta iniciativa y, a través de su propia red institucional, colaboró para que la experiencia colombiana iniciada en Radio Sutatenza se fuera multiplicando en varios países de la región. La idea inicial de la alfabetización por radio estuvo vinculada estrechamente a una nueva noción del desarrollo y de la construcción de una sociedad más justa7.

Existe la tendencia a pensar que lo comunitario se relaciona con el tamaño en términos de potencia o cobertura, o a su restricción a un área geográfica limitada, por ello cuando se hace referencia a la radio comunitaria se tiene a pensar como sinónimo de radios pequeñas, de baja potencia, recluidas en algún lugar perdido de un pueblo, de quién sabe dónde. En pocas palabras se les identifica con las llamadas características de las tres P:

Pocas: A pesar de que existe una demanda social creciente de múltiples sectores por contar con un medio propio, hay una tendencia limitar el acceso a frecuencias para operar medios electrónicos por parte de grupos de la sociedad civil sin fines de lucro, a quienes se les imponen condiciones técnicas o económicas casi inalcanzables, aun así cuando los grupos ciudadanos exigen su lugar en el espacio radioeléctrico, los gobiernos plantean “soluciones” como imponer una reserva de frecuencias o bien acciones para limitar su crecimiento.

Si tomamos en cuenta que el espectro es patrimonio de la humanidad (Tratado de Torremolinos, 2000) y corresponde a los Estados su eficiente administración, no tendría por qué haber restricciones para que grupos organizados de la sociedad civil pudiera acceder a las frecuencias, el tema es que asume la actividad radiodifusora como esencialmente empresarial, por lo que se prioriza esta actividad dejando de lado, o peor aun ignorando, que debe ser una actividad de servicio público que entraña la libertad de expresión y la pluralidad informativa. ¿Por qué la actividad comercial puede crecer a sus anchas y la actividad con fines sociales no puede, en la mayor parte de los casos, ni siquiera existir?

Pequeñas: Ciertamente una radio comunitaria, puede ser una emisora de baja potencia en alguna localidad pequeña, pero también lo puede ser una emisora ubicada en una gran ciudad con una potencia suficiente para cubrirla. Lo comunitario se refiere a la comunidad de intereses, así sea la comunidad de jóvenes de una ciudad o de una localidad en el campo que puede ser grande o pequeña, pues este sector está en todas partes. Igual pasa con aquellas emisoras que cubren públicos que, aunque dispersos, tienen la misma cultura e idioma, como sucede con las emisoras indígenas o campesinas que cubren hasta 20 municipios o más. Equiparar la radio comunitaria con baja potencia, fue la salida que encontraron algunos países. Si no podían evitar su crecimiento, se les dejaría existir pero limitándolas en sus potencias y coberturas: “pequeñas para que no molesten”.

Las radios comunitarias deciden la dimensión de su potencia en función de sus objetivos y de su capacidad técnica para brindar el servicio a las comunidades, además por su capacidad económica para dar mantenimiento a la estación, pues entre más alta la potencia más altos son sus gastos de operación. Lo que en principio se defiende es la posibilidad de que las emisoras puedan, por sí mismas, determinar la potencia en la que pueden operar sin que existan condiciones restrictivas por querer pensar que lo comunitario se define por la potencia que tiene o deber tener.

Pobres: Es común pensar que una emisora con compromiso social es, por definición, una emisora pobre, con vocación misionera que debe resignarse a sobrevivir con donativos, dádivas y buena voluntad, sin derecho, al igual que especialmente en venta de espacios para promoción y publicidad de quien pueda pagarlos. No se trata de buscar el lucro, ese no es el objetivo ni está en su función, pero sí de generar actividades que permitan ingresos para que la radio pueda cumplir con su función de servicio público y garantizar la permanencia del proyecto social. Aunque ciertamente las radios cuentan, por condición propia, con el trabajo voluntario de muchos colaboradores, a los que hay que capacitar, una radio no puede sólo funcionar con eso. No tiene fines de lucro, pero tampoco, fines de pérdida.

5.  Misión de la radio
Si quisiéramos resumir en un par de palabras la misión de una radio y, en general, de un medio de comunicación, no dudaríamos en hacerlo refiriéndonos a la construcción de ciudadanía. Construcción sugiere proceso, avances y retrocesos.

Y ciudadanía, como el Jesús de Arjona, es verbo y no sustantivo.

Ahora bien, el proceso de ciudadanización puede verse desde dos perspectivas, una más personal y otra más política. La primera exige cambiar el modelo educativo. La segunda, cambiar de educadores.

El primer territorio liberado: Lo primero que hay que ciudadanizar es la cabeza. En el llamado complejo R —el cerebro más antiguo que tenemos los humanos— se inscriben los instintos primarios de conservación y reproducción. Ese estrato primitivo que compartimos con los reptiles juega un papel decisivo en el establecimiento de las jerarquías y en la obediencia ciega al líder. La manada sigue al jefe. La bandada sigue al pájaro guía. Y con preocupante frecuencia, la sociedad humana sigue al caudillo.

Siempre es más cómodo hipotecar la libertad y dejar que otra persona decida por nosotros.
El primer territorio a ser liberado son los mil cuatrocientos centímetros cúbicos de tu cerebro. La ciudadanización tiene que ver con las capas superiores donde residen las funciones cognoscitivas, las que nos permitieron trascender los impulsos irracionales. ¿Cómo se logra esto? ¿Cómo se desarrolla esa conciencia personal y esa responsabilidad por los demás? ¿Por qué camino nos apropiamos de valores altruistas como la solidaridad? La respuesta no es otra que la educación.

¿Qué es educar? El vocablo viene del latín educare, que a su vez se formó a partir del verbo educere. Este verbo está compuesto por el prefijo ex, que significa afuera, y la raíz indoeuropea duc que significa llevar, guiar. Así pues, según su etimología, educar significa llevar hacia afuera, extraer. A Sócrates le encantaba este verbo. Y lo relacionaba con el oficio de su madre, que era comadrona.

—Es lo mismo que hacer parir —decía el sabio griego--, pero no a los cuerpos, sino a las almas.
Sócrates llamó mayéutica —arte de comadronas— a su método filosófico de investigación y aprendizaje. Se trataba de descubrir, a base de preguntas bien orientadas y ejerciendo el raciocinio propio, la verdad que está dormida en la mente de cada persona. Igual que la partera educe al feto y lo saca a la luz, quien educa también ayuda a extraer las ideas más honestas, los mejores conceptos, de otras personas.

En esta óptica, educar sería facilitar el pensamiento propio. Más que imbuir de conocimientos, la pedagogía socrática apunta a desarrollar la personalidad, desenvolver, desplegar las potencialidades del ser humano.
Igual que la vida, también la educación será un proceso continuo, permanente. La formación del hombre y de la mujer no acaba nunca. Somos perfectibles. Si el camino de la ciencia es inagotable, el de la conciencia lo es aún más.

Otro asunto es la instrucción, los conocimientos que recibimos en la escuela, la docencia. Para comprenderlo, rebusquemos también en la etimología de esta palabra.

Docencia viene del verbo latino docere y éste del griego dokein. La raíz doc es la que da origen a doctor, la persona que enseña. Del mismo vocablo vienen palabras como doctrina, documento, ortodoxia, dogma. De la misma raíz proviene didáctica, la ciencia de enseñar y aprender.

Están bastante claras las dos opciones. ¿Educere o docere? ¿Duc o doc? Aunque las palabras se parecen, los sentidos son bien distintos. En el primer caso estamos hablando de educar en valores. En el segundo, de instruir, de transmitir conocimientos. Por supuesto, ambos verbos no tienen por qué pelearse. Al contrario, pueden y deben complementarse. Pero una cosa es una cosa y otra es otra, como dice la sabiduría popular.
Cuando hablamos de democratizar la cabeza, nos referimos, claro está, a la educación en valores. En los tres valores fundacionales de la concepción ciudadana —libertad, igualdad y fraternidad— que nos permitirán asumir una actitud nueva ante la vida, una manera desprejuiciada de relacionarnos con los demás.

El día en que mires de frente y a los ojos a cualquier persona y sientas que no vales más ni menos que ella por el color de tu piel ni por tu sexo ni por ninguna otra diferencia biológica o social, habrás ciudadanizado el pequeño territorio gris de tu cerebro. Serás a child of the univers, como soñaba Max Ehrmann —aquel poeta de Indiana que escribió Desiderata—, un hijo del universo, una mujer cosmopolita, un joven con mentalidad moderna, una chica ecológica que sólo alza una bandera, la de la Humanidad. Mirarás a los diversos como iguales. Y no solamente tolerarás sus diferencias, sino que disfrutarás con ellas. Ni más ni menos que nadie: ésa es la consigna.

Cambiar el modelo educativo para aprender a gobernarnos por las capas superiores de nuestro cerebro. Pero también cambiar de educadores porque ha cambiado el mundo y necesitamos una brújula más precisa para orientarnos en él.

Un cambio de época: El año 1989 fue una bisagra de la historia. El 9 de noviembre cayó el muro de Berlín. Una semana después, los militares salvadoreños asesinaron a los jesuitas de la UCA. A los pocos días, Estados Unidos invadió Panamá. A las pocas semanas, el Frente Sandinista perdió las elecciones, vencido tras una guerra de alta intensidad made in USA.

Por entonces, yo estaba viviendo en Managua y recibí una invitación de los compañeros de Radio Venceremos para darles un taller de producción radiofónica.
Estaban preparando la segunda ofensiva a San Salvador.
—¡El día de la victoria se acerca vertiginosamente! —vibraba la voz de
Santiago, el legendario locutor de la emisora guerrillera.

Fue una capacitación especial, naturalmente. Tuve que pasar varios controles militares hasta llegar a Morazán. Hice noche en Perquín y desde allí, con ayuda de un baqueano, alcancé el campamento clandestino de la Venceremos.  Leti era la directora de la radio. Me presentó a todo el equipo y comenzamos las prácticas. Las hacíamos, a veces, al aire libre. Otras veces dentro del buzón, como cusucos, porque en cualquier momento rugían los aviones bombarderos. Fue un taller subterráneo, el micrófono en una mano y el fusil en la otra. Cuando nos fuimos a bañar al río, una muchacha muy joven, que andaba enmontañada desde cipotilla, se acercó y me preguntó:

—¿Le puedo hacer una pregunta?
—Dime.
—Usted que viene de fuera, tal vez me sepa responder. ¿Cuándo vamos a ganar esta guerra?
—La victoria está muy cerca —respondí yo repitiendo las palabras de Santiago.

Los acontecimientos internacionales se precipitaron. En agosto de 1990, Irak invadió Kuwait y al año siguiente Estados Unidos invadió Irak. La Unión Soviética se desintegró. Las revoluciones centroamericanas, una tras otra, fueron arriando sus banderas.
—Es que no es una época de cambios, sino un cambio de época —decía, siempre optimista, el jesuita Xabier Gorostiaga.

Sí, pero, ¿a dónde va esta época? ¿Por dónde seguimos? Como dijo mordazmente un grafitero quiteño: Cuando casi teníamos las respuestas, nos cambiaron las preguntas.  ¿Estaban mal enfocados nuestros objetivos justicieros? No, desde luego. Porque hoy el mundo está más desequilibrado que cuando en 1968 los obispos progresistas de América Latina firmaron los Documentos de Medellín. O cuando el Che, un año antes, murió peleando en las selvas de Bolivia. ¿Tal vez no erramos en la meta pero sí en el camino para alcanzarla? Puede ser. Si algo hemos aprendido en estos tiempos es que el poder no se toma, sino que se construye. Igual que la ciudadanía.

Si quieres la paz, prepara la paz: Las hembras de chimpancés tienen mucho que enseñarnos. Sin haber asistido a cursos de resolución de conflictos, son expertas en la materia. ¿Cómo se comportan? Estalla una trifulca entre los machos. ¿Por qué pelean? Por comida, bebida y cogida. Por todo. Por pelear. Incluso otros machos que no tienen arte ni parte en el lío, se entrometen y animan a los luchadores para que se peguen más duro.

Si las cosas se complican, el macho alfa toma la iniciativa y los disuelve a empellones. ¿Y las hembras? Cuando los machos se han retirado, unos envanecidos y otros humillados, las chimpancés comienzan su labor de mediación. Una va y se sienta junto a un macho derrotado. Lo mira, le hace muecas, le toca el pelo, comienza a espulgarlo. Lo anima para que él haga lo mismo con ella. Después, le enseña las nalgas. No busca sexo. Es una treta para que él la siga mientras ella se aproxima al adversario. Ya tiene a los dos un poco más cerca. Ahora se sienta junto al segundo y repite las miradas, las payasadas y el espulgo. Vuelve al primero. Más nalgas y más cercanía. Y así, del uno al otro, del otro al uno, hasta que los peleones se encuentran frente a frente. La mona hace una última monada y los dos machos se perdonan, hasta se besan y comienzan a acicalarse mutuamente.

Las hembras, especialmente las más adultas, conocen muchas dinámicas de grupo y de reconciliación. Cuando riñen los jóvenes, una chimpancé mayor se mete en medio y comienza a manotear. Aúlla, brinca, agita las manos. Arma tanto alboroto que los pendencieros se desaniman y se van por donde vinieron. Otras veces, las chimpancés pacificadoras arrastran por la mano a un enemigo y lo sientan junto al otro. O rascan al vencedor en las costillas y su insistencia es tanta que éste acaba acercándose al vencido para hacer las paces.  ¿A qué vienen estos cuentos de monos? Bueno, resulta que los chimpancés son nuestros parientes más próximos, nuestros primos hermanos. Tuvimos un antepasado común hace apenas cinco millones de años que, en el reloj biológico, es como decir anteayer. En el libro de instrucciones de la vida, el ADN, tenemos demasiadas páginas en común.

Estos arrebatos de violencia, tan frecuentes en monos como en humanos, se deben, en buena medida, a las hormonas. La agresividad tiene relación con la testosterona. Y los hombres poseen, por lo menos, siete veces más cantidad de testosterona que las mujeres.

Este sustrato biológico se refuerza enormemente con el estilo de crianza y de educación. Los padres que incitan a sus hijos varones a demostrar que tienen bien puestos los huevos cuando en la escuela les hacen cualquier ofensa. La prohibición de llorar. La homofobia. El castigo frente a cualquier aproximación del niño al "mundo femenino", desde jugar con una muñeca hasta besar a otro compañerito. La agresividad nace y se hace. Mezcla de genes y de género, el caso es que el varón es mal negociador. Su forma más habitual de resolver los conflictos es a puñetazos. Así le enseñaron en la casa y en la calle. Así lo ha visto y confirmado en la televisión. Se calcula que cada tres minutos hay una escena violenta en la pantalla chica, un balazo, un asesinato, una explosión.

Las niñas también reciben el impacto de estos programas. También quedan tentadas por la violencia como el camino más rápido para resolver los problemas cotidianos. Pero no ceden tan fácilmente a ella.

Las mujeres tienen una gran ventaja biológica y una enorme reserva cultural. Son ellas quienes dan a luz. Son ellas quienes crean la vida. Los varones inseminan, pero no crean nada. Por su mayor fuerza física, se orientaron a la caza mayor y después, para defender los excedentes de la agricultura, a la guerra mayor. Los varones han sido los fabricadores de prácticamente todos los conflictos armados padecidos en este planeta. Mientras las mujeres estaban dando vida, los varones estaban quitándola.

¿Significa esto que todas las mujeres son pacíficas y todos los hombres son violentos? Nada de eso. Basta con recordar la dulce sonrisa de Gandhi y la odiosa mirada de Condolezza Rice (a pesar del significado de su nombre). Hablamos de promedios. ¿Significa que todas las mujeres saben negociar y ningún hombre es diplomático? En lo absoluto. Basta con escuchar los gritos de mi vecina y la franciscana actitud de su marido. Hablamos, repito, de mayorías y minorías, de porcentajes.

Con todas las salvedades, no cabe duda de que la agresividad de los varones, innata y cultivada, es responsable de la mayoría de los problemas de convivencia social. No es casual que la población carcelaria en todos los países del mundo tenga una proporción de cinco hombres por cada mujer internada.

Si quieres la paz prepara la guerra, decían los belicosos romanos. Las chimpancés y las mujeres nos enseñan otro camino, el de la maña frente a la fuerza. El de la negociación frente a la violencia. Dialogar, razonar, ceder un poco de ambas partes, aproximar posiciones.

Nos preguntamos antes si habíamos equivocado nuestras metas de justicia. Tal vez el mayor error fue el de no haber sabido cambiar de educadores. En esta nueva etapa del mundo, saturados ya de las guerras que provocan los terrorismos y de los terrorismos que desencadenan nuevas guerras, necesitamos pedir orientación, quizás hasta ayuda profesional, a quienes saben darla, es decir, a las mujeres. Necesitamos —los varones— reeducarnos, reconstruirnos, ser y vivir de otra manera. Necesitamos —con urgencia— aprender a compartir el poder.

Ciudadanizar las relaciones políticas significa renunciar a la agresión como método para solucionar los conflictos y experimentar la solidaridad como una mejor y más eficaz alternativa. Significa ir construyendo poder desde abajo, como los árboles.

Ciudadanía personal y política. Y un tercer reto, el de ciudadanizar la programación de la emisora. ¿En qué consistirá esto? En experimentar formatos como los ya mencionados para enfrentar las viejas discriminaciones y para compartir los nuevos valores con la audiencia. Y algo todavía más integral, más holístico: pensar todo el medio radiofónico desde una perspectiva mediadora. El periodismo de intermediación será el motor más formidable, la propuesta más exitosa, para cumplir la misión de nuestra radio.

En esta tarea, las compañeras están llamadas a ser protagonistas. Nosotros también, los varones, en la medida en que controlemos la testosterona.
—¡El colmo! —me enfrentó un periodista defensor de su género durante un taller en la capital paraguaya—. ¿Qué quiere usted? ¿Qué ellas gobiernen la radio, darle la vuelta a la tortilla?
—No, colega —recordé una lúcida frase de una lúcida feminista—. No es cuestión de voltear la tortilla, sino de cocinarla juntos.
Necesitamos de hombres y mujeres en las emisoras ciudadanas. Ambos sexos, cada uno desde sus mejores aptitudes, aportará aspectos indispensables para el proyecto radiofónico. La testosterona, bien encauzada, se traduce en audacia. Y necesitamos iniciativas intrépidas en el diseño de la programación. ¿Quieres hacer la guerra, indómito varón? Hazla contra la rutina, la peor enemiga de la pasión y de la radio. Declara una batalla sin cuartel a la monotonía, a los programas predecibles. Emplea tu efervescencia hormonal y tu sentido de orientación —bien masculino, por cierto— para hacer cacería de burócratas y corruptos. Aprovecha tu fortaleza física —un veinte por ciento más que la mujer— para enfrentar a los violadores de los Derechos Humanos7.

6. Radio comunitaria en un entorno de conflicto

Una radio fortalecida desde adentro, una radio que tiene claro su proyecto político comunicacional, que tiene espacios para tomar decisiones colectivas; una radio que establece mecanismos para analizar el contexto en el que desarrolla su trabajo y definir su postura frente al mismo; una radio capaz de establecer alianzas acordes con sus objetivos; una radio que establece un diálogo con su audiencia; una radio que fortalece su propuesta radiofónica con la revisión periódica de su proyecto político cultural; en suma una radio que tiene en la medida de lo posible las diferentes dimensiones de la gestión en sintonía, y que tiene claro su papel político en el contexto comunitario se convertirá en actor central de la comunidad.
En un contexto marcado por el conflicto social y la violencia, las radios comunitarias cobran más relevancia de la habitual. Como hemos visto anteriormente, se trata de espacios que ofrecen a sus audiencias otro punto de vista diferente al que ofrecen los medios de comunicación comerciales. Son medios en los que las personas de la comunidad pueden alzar la voz y manifestar sus puntos de vista.
 “Cuando verdaderamente están en manos de la gente, las tecnologías de la información y la comunicación pueden convertirse en herramientas poderosas que le permiten a la gente volver a narrar, a interpretar, a recordar y a compartir con otros las nuevas cotidianidades permeadas por la violencia.”9

Si bien es cierto que el conflicto social rompe la identidad cultural y el proyecto de vida de las personas que habitan en un lugar determinado -hay un cambio físico emocional del cual normalmente es difícil hablar, ya que el miedo juega su parte y el hablar de él implica aceptar la vulnerabilidad propia- como medios de comunicación comunitaria, las radios pueden establecer una estrategia comunicativa propia para aportar a la transformación positiva de un conflicto social.

En síntesis el proceso de gestión en medio del conflicto supone:
• La discusión al interior de la radio a la luz del norte que resulta ser el proyecto político comunicacional.
• Diseñar espacios en la programación para abordar el conflicto social, pero también, diseñar formas organizativas que nos permitan cohesión interna, que faciliten la presencia de corresponsales comunitarios, que permitan la comunicación y la construcción de consensos al interior del colectivo para tomar decisiones claves.
• Desarrollar estrategias económicas para cubrir los gastos necesarios de la producción.
• Definir un mapa de alianzas para contar con fuentes de información confiables, aliados en caso de ataques a la radio, apoyos de instituciones, etc.
• Reflexionar sobre nuestra práctica radiofónica y sobre la estrategia comunicativa que emprenderemos ante un conflicto determinado. Las conclusiones a las que llegue el colectivo serán diferentes en cada circunstancia. Sin embargo, si partimos de un análisis del conflicto podemos ayudar a establecer estrategias comunicativas acordes con nuestros proyectos político comunicacionales.

Finalmente, no hay que olvidar que los medios comunitarios pueden contribuir a los procesos de buena gobernabilidad, transparencia y responsabilidad de los gobiernos locales.

Si trabajan a favor de la comunidad, pueden favorecer el proceso de información participativa, contribuir a un pacto social comunitario, pueden ser un canal de diálogo entre los distintos ámbitos de gobierno y los diferentes sectores sociales, pueden promover el ejercicio pleno de los derechos humanos; y funcionar como un canal para el intercambio de ideas. En suma pueden contribuir al fortalecimiento de las comunidades.

II CAPÍTULO: Experiencias de Radios Comunitarias

La radio comunitaria existe en todo el mundo. La importancia y el impacto de las experiencias en este medio difieren considerablemente según las regiones. Su duración puede ser de dos meses o de una o más generaciones. Algunas constituyen experiencias totalmente aisladas; otras están estrechamente ligadas a redes nacionales, regionales o internacionales de conferencias, publicaciones o grupos de interés o de actividades. Se han puesto en práctica diversas experiencias sobre radios comunitarias; algunas han reunido a poblaciones de una misma etnia, como Radio Hill Tribes de Chiengmai en Tailandia, o a miembros del mismo grupo industrial, como los mineros bolivianos, o a gente de la misma ciudad, como en Appam o Dormaa Ahengkro en Ghana, o los 3000 habitantes de una pequeña isla, como Radio Sunshine en Niué, en el Pacífico. En otras ocaciones están respaldadas por organizaciones confesionales (como la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana, el Consejo Ecuménico de las Iglesias, la Fundación Mundial Luterana o la Asociación Católica Internacional para la Radio y la Televisión [UNDA]), por partidos políticos o por organismos de desarrollo.

La mayor parte de las radios comunitarias se agrupan en dos organizaciones: la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) y la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR). La primera es una organización no gubernamental sin ánimo de lucro, destinada al servicio y sostenimiento de las radios comunitarias en todo el mundo. Tiene más de 2000 asociados de los cinco continentes. La AMARC, como red internacional de solidaridad que es, contribuye al desarrollo de las radios comunitarias estimulando la cooperación y el intercambio entre sus miembros, democratizando la radio a través de acciones nacionales e internacionales, promoviendo el movimiento de las radios comunitarias, defendiendo y representando los intereses de sus miembros a nivel internacional y facilitándoles servicios diversos. La segunda se fundó en 1946 en México con el nombre de Asociación Interamericana de Radiodifusión (AIR) y adoptó su nombre actual en 1985. La AIR defiende la difusión tanto por radio como por televisión, en la medida en que cumpla las normas internacionales técnicas y reglamentarias. A este respecto ha sido siempre crítica con las radios comunitarias que, sin estatuto legal, ocasionan problemas de interferencia. La AIR también lucha a favor de una radiodifusión como medio para la libre expresión de ideas, además de fomentar la cooperación entre las emisoras, ya sean públicas o privadas, nacionales o internacionales10.

Las radios comunitarias son llamadas de distintas maneras alrededor del mundo, por ejemplo: radio rural, radio cooperativa, radio participativa, radio libre, radio alternativa, radio popular, radio educativa, etc. y así también son de variados sus perfiles ya que algunas son musicales, otras militantes y otras musicales y militantes. Se localizan tanto en áreas rurales aisladas como en el corazón de las ciudades más grandes del mundo. Sus señales pueden ser alcanzadas ya sea en un radio de un kilómetro, en la totalidad del territorio de un país o en otros lugares del mundo vía onda corta.

1.      Radio Candip de Zaire: Lecciones de una experiencia poco conocida
La experiencia de esta radio comunitaria, Radio Candip, tiene lugar en el país centroafricano de Zaire y contándoles un poco más sobre su historia pues, ésta fue establecida en 1977, como proyecto del Centro de Radiodifusión y Actividades Educativas.
La base en la cual se fundamenta, está en crear una radio hecha por o con el pueblo, más bien que para el pueblo. Entonces, es un modelo donde busca democratizar la palabra del pueblo en la radio, devolviendo así el medio a la audiencia.

Los que pertenecen a Radio Candip están convencidos que la escucha pasiva debe transformarse en diálogo y comunicación, por lo cual insiste en programas que responden a las preguntas y necesidades de los oyentes y anima a todos a trabajar juntos en proyectos colectivos.

Los equipos de producción de Radio Candip crean programación en siete idiomas, y una variedad de estructuras de programas. Una de las más interesantes de estas estructuras se encuentra en los programas participativos de la estación que se basan en material suministrado por clubes y miniestudios de radio.
Poco después de que Radio Candip empezó a transmitir, el personal de la estación fomentó la creación de clubes de radio en aldeas por toda la región. Un club de radio, para que puedan imaginarlo y hacer el concepto más familiar, es un grupo de personas que se reúne para escuchar la radio, discutir acerca de sus programas y pasar a la acción. Estos grupos preparan informes de radiooyentes, testimonios de audiencia, preguntas y los envían por correo a la estación. Hacia febrero de 1987 había 749 clubes que comprendían seis grupos: nandé, lendu, alur, swahili, lugbara y lingala.

Se les anima a los aldeanos a mirar en torno suyo y comparar el mensaje radial con las realidades vividas, comprender el porqué, reflexionar sobre sus móviles y conducta, y llevar lo que oyen al plano de la acción concreta y de las soluciones a los problemas que se les planteen. Los clubes de radio constituyen también el punto focal para conocer la reacción de la audiencia.
Por otro lado, la creación de miniestudios tiene lugar solamente cuando se cumple una serie de condiciones específicas. Cada miniestudio al cual Candip equipa con una grabadora tiene que hacer frente a varias cuestiones nuevas: ¿A quién se debe grabar? ¿Qué debe grabarse? ¿Cómo deben efectuarse las grabaciones?

Los casetes que los miniestudios envían a Radio Candip comprenden diferentes estilos de grabaciones que se incorporan a una variedad de estructuras de programa. Un método emplea una técnica llamada de ver-juzgar-actuar, la que conlleva la grabación de discusiones acerca de los problemas importantes de la aldea, por lo que la Radio Candip produce un programa completo sobre el tema pasando por una previa selección de los comentarios expresados en la discusión dirigida.

Otra técnica consiste en que la estación determine 60 temas para una serie de programas llamados “Desarrollo y Mujer-Familia”. Se apremia a los miniestudios a que escojan un tópico que les interese, y que transmitan sus comentarios y puntos de vista. Y, además de entrevistas, comentarios y reportajes, las contribuciones de los miniestudios comprenden cuentos, cantos, adivinanzas, sátiras y elementos similares que se prestan fácilmente al arte de la producción radiofónica. Pues, a través de los micrófonos de los miniestudios, la gente puede manifestarse de un modo auténtico según sus tradiciones, costumbres y cultura y en su propio idioma.

Hace muchos años, un anciano expresó los pensamientos que siguen acerca de la radio: “… Antes no teníamos intención de manifestarnos. Ahora, hemos aprendido a hablar y expresar lo que pensamos. La radio nos ha encaminado a esta nueva dirección al pedirnos que participemos en programas en nuestro propio idioma. Nosotros mismos hacemos preguntas por radio. La radio ha abierto nuestros ojos, oídos y bocas.”

Y eso es lo que Radio Candip ha demostrado con sus técnicas innovadoras en este lado del mundo, en un país centroafricano se pudo construir una nueva sociedad que ahora tiene ánimos de hablar y por lo tanto es escuchada, una sociedad empoderada por su radio, el medio que rompe las barreras y permite que puedan ver más allá de su aldeíta.

2.      Cómo KPFA encontró un nuevo lugar

La KPFA es la abuela de la radio comunitaria en Estados Unidos, ubicada en Berkeley, California. El grupo que inició la aventura de crear una radio comunitaria en esta localidad vivió los estragos de la II Guerra Mundial, se denominaron la Fundación Pacífica, pues estaban disgustados por la manera como la radio había sido utilizada para intensificar las pasiones bélicas. Por lo tanto, la emisora con este grupo de personas entusiasmadas con la idea de aprovechar el medio para promover la paz y el desarrollo comunitario.
Para sustentar esta radio emprendió un proyecto en el cual, pidieron a sus oyentes que se “suscribieran” a la emisora, como si se tratara de una revista o de un periódico. Y también, hoy en día obtienen la mayor parte de ingresos por donaciones de sus oyentes. La mayoría de éstas se hacen durante los “maratones” radiofónico cuando los programadores ponen lo mejor de su programación e invitan a los oyentes a suscribirse y ayudar a la emisora.

Así como es la primera radio comunitaria en Estados Unidos, la KPFA es también una de las más grandes. No acepta publicidad, ni siquiera suscripción limitada de valores, pero las donaciones de sus oyentes y otras pocas fuentes le proporcionan un presupuesto de más de un millón de dólares al año.

A lo largo de los años, la radio comunitaria basada en el modelo de “patrocinio” por los oyentes ha llegado a ser conocida como radio harapienta con medos reducidos, donde los programadores voluntarios trabajan en estudios desvencijados con equipos sujetos con pinzas de cocodrilo y amenazas del ingeniero. Algunos grandes programas se han producido en estas circunstancias, pero las emisoras siempre han estado al borde del abismo desde el punto de vista financiero.

Una visita a la KPFA basta para convencer incluso al más escéptico que el éxito material no era el objetivo de la KPFA. Alfombras desgastadas, pasillos oscuros y chirriantes, oficinas llenas de muebles viejos, etc. Esta es la “naturaleza” de la KPFA y de todas las radios comunitarias en Estados Unidos.

Pero un buen día, algo grandioso e inesperado que daría el giro de 360° de esta situación sucedió. Una mujer que hace muchos años había sido oyente de la KPFA, como tantos otros, hacia regularmente pequeñas donaciones, murió. En su testamento dejó su casa para la emisora, lo cual la mayoría de oyentes no hace.

La casa, aunque modesta, era valiosa porque se encontraba en el área de la Bahía de San Francisco, donde las viviendas están en gran demanda. La KPFA, justo en estos tiempos, se encontraba muy preocupada por hallar un nuevo hogar para sí, pues, otro contribuidor de muchos años de la emisora también había muerto, era el propietario del espacio donde estaba situada la KPFA, y durante años, había permitido que la estación pagara un alquiler muy bajo. Pero los nuevos dueños, subieron el alquiler despiadadamente. De modo que el dinero procedente de la casa de la difunta venía a representar unja oportunidad especial: la suerte de empezar un nuevo edificio fundado por la KPFA.

Pero, la construcción de una nueva casa sobrepasaba el costo de la casa de la difunta, haría falta un par de millones de dólares, quizás tres para conseguir un nuevo solar para la emisora, dinero que había de ser recaudado entre la misma gente. Así que se pidió a una firma de investigaciones simpatizantes que se informase si era factible intentarlo y recaudar el dinero adicional. La respuesta fue un sorprenden “sí”. Los investigadores descubrieron que había mucha gente dispuesta a donar en una campaña para el edificio de la KPFA.

La gerente de la KPFA, Patricia Scott era el elemento clave para sacar todo el proyecto hacia adelante. Ella no concibe porqué la comunidad no debe de tener un equipo tan bueno como le sea posible. Las multinacionales no deberían ser las únicas en disponer de equipos decentes.

Aunque, la KPFA no es la primera radio comunitaria en Estados Unidos que recaudó dinero con el fin de mudarse a una vivienda mejor, la mudanza desencadenó un debate sobre la definición de la radio comunitaria y su lugar en la comunidad. Pero muchas personas, entre ellas oyentes, voluntarios y personal a sueldo, observan que la KPFA no ha comprometido ningún de sus principios. La emisora todavía se niega absolutamente a aceptar donaciones de sociedades comerciales, aún defiende la expresión libre y la discusión política, los locutores continúan poniendo música desatendida por las emisoras comerciales y la KPFA tiene las ondas más asequibles en la ciudad. Dicen que el nuevo edificio muestra que si uno persiste en sus principios y sirve realmente a su comunidad, acaba siendo recompensado.

Opinan que si la radio comunitaria ha de cumplir su misión y tener impacto significativo en la comunidad, han de cambiarse estos enfoques porque la radio comunitaria también puede gozar de una excelente calidad de audio con los equipos adecuados para su óptima transmisión, así también programas con buenos conceptos políticos o culturales con la posibilidad de reestructurase si no llegan a la gente. Las emisoras necesitan prestar mucha más atención a la calidad de producción de los programas, de lo contrario, ahuyentarán a la audiencia.

Y, por fin, las emisoras deberían aprovecharse plenamente de los datos que les pueden facilitar ahora las agendas profesionales de sondeo de audiencias (antes limitadas a las emisoras comerciales) para poder evaluar cómo están actuando.
Hubo construcción y mudanza. También está realizando sondeos de audiencia  y una profunda revisión de su horario de programación. El tiempo dirá en qué medida la emisora y sus oyentes serán influidos por estos cambios.




3.      Radio comunitaria de Mahaweli

La radio comunitaria de Mahweli en Sri Lanka (RCM) es la primera de este tipo en Asia del sur y fue fundada en 1981 por la Corporación de Medios de Difusión de Sri Lanka (SLBC), con la ayuda de la Organización Educativa, Científica y Cultural de las Naciones Unidas (UNESCO)  y de la Agencia Danesa de Desarrollo Internacional (DANIDA).

Para contarles un poco cómo surgió está radio, pues empezaré diciendo que corría el año de 1979 y un nuevo gobierno tomó el poder en Sri Lanka, la prioridad del gobierno consistía en desviar el causa del río de Mahaweli, proyecto que implicaba la reubicación de cerca de un millón de personas procedentes de todo el país. Knub Ebbeson, un productor danés que se encontraba en visita privada en Sri Lanka, sintió que ya había llegado el momento oportuno para proponer un proyecto de radfio participativa en Sri Lanka. El Proyecto de Radio Comunitaria de Mahaweli se implementaría a lo largo del proyecto de desviación del río, para facilitar el desarrollo socioeconómico de los pobladores.

Las entidades que apoyarían tal proyecto fueron: la UNESCO y DANIDA que proporcionaron los capitales iniciales, la SLBC que cubría los costos permanentes de proyecto. Y también estaban dispuesto a apoya personalidades como: el doctor Sarath, un eminente experto en comunicaciones, era secretario permanente de la Secretaría de Estado responsable de asuntos relativos a los medios de difusión;  el director general de la SLBC, el difunto Thevish Guruje y el subdirector, el difunto E.S.T. Fernando, quien fue nombrado más tarde coordinador general de la RCM.

La filosofía de la Radio Comunitaria de Mahaweli se desarrolló durante la última década. He aquí las principales directrices que identificamos cuando se escribió este artículo:
-          Se debería minimizar, si no erradicar completamente, la orientación urbana, elitista de la radio sirviendo así de foro para permitir a los oyentes rurales expresar sus opiniones.
-          Se debería expresar los distintos puntos de vista relativos a los temas de desarrollo para crear un ámbito constructivo de diálogo y de comunicaciones intercomunitarias.
-          Se deben seccionar los programas en base a las conclusiones de las encuestas que se llevan a cabo sobre el terreno.
-          Los oyentes prefieren tener visita de sus parientes y amigos por medio de la “caja parlante” (radio) en lugar de escuchar voces extranjeras.
-          El impacto máximo de la radio comunitaria se logra cuando se identifica claramente a los grupos hacia los que se dirige.

Para implantar estas líneas directrices se utiliza un método que incluye equipos móviles que van hasta los pueblos. En 1985, por ejemplo, se estableció la primera radioemisora comunitaria en Girandurukotte, uno de los pueblos de la nueva zona de población de Mahaweli. En este método, los equipos de producción que hacen visitas sobre el terreno están compuestos de dos productores y un cocinero; van a un pueblo y se quedan cuatro días. Muchas veces suelen hospedarse en lugares públicos. Analizan las realidades socioeconómicas e incluso psicológicas de la vida del pueblo. Una vez logrado un conocimiento directo de un tema dado, los productores hacen sus grabaciones. Luego, vuelven a su sede para preparar la tercera semana.

En la tercera semana, un equipo más grande de productores, técnicos y asistentes, vuelve a visitar el pueblo. Lleva consigo una mesa de control portátil y equipo de grabación. En el curso de la semana anterior, los campesinos ya han organizado un espectáculo cultural que va a ser grabado por el equipo de producción e invitan a la población local a ayudarles con la estructura final del programa: una mezcla des espectáculo cultural y de las entrevistas realizadas durante la primera semana. El programa final se difunde después en el servicio regional de la SLBC.

No cabe duda que las operaciones de la Radio Comunitaria de Mahaweli eran costosas y que la misma naturaleza de la difusión comunitaria participativa exige más recursos que la producción en estudio. Sin embargo, después de algunas experiencias, se ha logrado reducir el costo a un nivel que permite a la Radio Comunitaria de Mahaweli funcionar sin fondos extranjeros. Ya que al usar nuevas estructuras, al mezclar la producción hecha en el pueblo con la producción hecha en estudio y al asignar equipos de producción a emisoras regionales, se consiguió disminuir el costo por hora.

En este proyecto de la Radio Comunitaria Mahaweli, hubo un momento de crisis. Algunos problemas se volvieron tangibles cuando se acabaron los fondos y la asistencia internacionales, en 1990. El proyecto no había logrado un apoyo a largo plazo por parte de la SLBC y había una gran falta de organización. Esto se debía en parte a la violencia política. Pero esto no era la razón principal.

En el Segundo Seminario Regional de la UNESCO, Evelyn Foy, secretaria general de AMARC, participó en el seminario y observó que la situación era bastante desalentadora debido a la dificultad de utilizar los recursos asignados a la Radio Comunitaria de Mahweli dentro del marco del proyecto, una falta general de recursos locales y la centralización de la toma de decisiones en la capital y en la sede del Sistema de Difusión de Sri Lanka.

Ahora, el tema de la cooperación internacional y los fondos extranjeros tiene sus pros y contras y éstos los vivió Radio Comunitaria Mahaweli. Como ya mencionamos anteriormente, el proyecto de esta radio comunitaria era en gran parte una iniciativa extranjera que se hizo posible gracias a la disponibilidad de fondos internacionales y porque los colaboradores extranjeros fueron capaces de convencer a los responsables de tomar las decisiones y de administrar la radiodifusión.

La cooperación internacional ayuda a la Radio Comunitaria de Mahaweli a existir con un mínimo de interferencia política. En un país donde la difusión es altamente politizada, el lograr permanecer fuera del ámbito político, constituye un logro importante. La colaboración entre la UNESCO y DANIDA  exigía neutralidad política, se puede considerar como uno de los diversos factores que contribuyeron al trabajo “apolítico” de la Radio Comunitaria de Mahaweli. Y otra de las ventajas de esta cooperación internacional fue que el concepto de la Radio Comunitaria de Mahawelifue reconocido en el ámbito internacional y se analizó muchas veces la posibilidad de implantar el mismo modelo en otros escenarios nacionales.

Pero, el principal factor negativo fue la dependencia excesiva del apoyo extranjero por parte de la Radio Comunitaria de Mahaweli. Debido a que después de diez años, el proyecto de esta radio comunitaria funcionaba como si siempre fuera a gozar de dichos fondos, y no desarrolló un plan apropiado de preparación para el retiro del apoyo internacional. Lo cual ha impedido que la radio pueda diversificar sus fuentes de ingresos y explorar nuevas alternativas.

CONCLUSIONES:
-          Las radios comunitarias no sólo existen en pueblos alejados donde la tecnología no llega, sino que están entre las comunidades tanto indígenas como campesinas o urbanas, no se restringe a un solo grupo social. Éstas permiten que el ejercicio de radiodifusión se comprometa con los sujetos sociales de su comunidad frente a diferentes realidades y problemas, mostrando la diversidad y pluralidad de los sectores y también centrando las problemáticas específicas para generar un debate social sobre los temas que les preocupan.

-          Las radios comunitarias deberían ser una de las opciones de solución en nuestro país para un conflicto social, pues es un medio que tiene muchas posibilidades para aportar a la transformación positiva de un conflicto con la participación ciudadana de forma directa.   
                                                                                       
-          El papel de la mujer en la radio comunitaria ha sido una revolución total en entornos sociales cien por ciento machistas, permitiéndoles tener visibilidad en grandes proyectos de ayuda a la ciudadanía y llegando a ser líderes en movimientos sociales.

-          Teniendo como ejemplo a la proyecto de Radio Comunitaria de Mahaweli, podemos concluir que para poner en práctica una radio comunitaria también debemos planear la retirada de las agencias donantes para así tener un plan de acción seguro cuando ya no contemos con su ayuda, y no llegar a una crisis inesperada en la cual no nos permitirá seguir la producción radiofónica.

REFERENCIAS: 
2Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación 2007. (2008). “Las claves necesarias de una comunicación para la democracia”. 1° Edición, Tabasco, México. http://books.google.com.pe/books?id=YrPn5LSpac8C&pg=PA35&dq=radio+comunitaria&hl=es&sa=X&ei=1mqzUezvKdW14APn24CoAg&ved=0CEQQ6AEwBQ#v=onepage&q=radio%20comunitaria&f=false
4 López, J. “Manual urgente para radialistas apasionados”. Quito, Ecuador. http://www.radialistas.net/manual_urgente/ManualUrgenteRadialistas.pdf
8 López, J. (2004). “Ciudadana Radio. El poder del periodismo de intermediación”. Quito, Ecuador. http://www.radialistas.net/textos/ciudadanaradio.pdf
10Maherzi,L. (1999). “Informe mundial sobre los medios de comunicación”. París, Francia. Ediciones UNESCO/CINDOC. http://books.google.com.pe/books?id=iHDd1gNFVsQC&pg=PA152&dq=experiencias+de+radio+comunitaria&hl=es&sa=X&ei=2W-2Uf6UKY-t0AGx-oDgAQ&ved=0CC8Q6AEwAA#v=onepage&q=experiencias%20de%20radio%20comunitaria&f=false

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