viernes, 4 de octubre de 2013

La audiencia y la radio

[Ensayo de los documentos: “De la audiencia ignorada al poder de las audiencias” y “La audiencia de la radio. De los oyentes a los usuarios”]


“La audiencia es un concepto flexible y cambiante”, esta frase pronunciada por Amparo Huertas Bailén me ha llamado la atención de tal manera, que caigo en la cuenta, es una afirmación muy cercana a la realidad que estamos viviendo, este término ha pasado de ser concebido como el conjunto de personas que forman una masa uniforme, entendiéndose a ésta netamente homogénea y pasiva hasta la acepción de ahora que la audiencia se está convirtiendo en usuario donde la interactividad es “la reina de la fiesta”.


La radio está cambiando ya que, como hemos visto en el párrafo anterior, la audiencia no es estable, por lo tanto la radio de por sí tiene que adaptarse. La radio se debe a su audiencia y por ello, los programadores radiofónicos han tenido la necesidad de cuantificar a sus oyentes, tratando de averiguar, el tiempo, el lugar de escucha o sus emisoras seleccionadas, esto con el fin de conocer más a quienes van a llegar convirtiendo a la audiencia ya no en un simple destinatario, sino en su objeto central del mensaje, también investigan aspectos cualitativos como por ejemplo, cuáles son los motivos que llevan a un oyente a escuchar una determinada emisora, qué grado de atención le presta y qué opina de un programa concretamente. Todos estos intereses del programador de la radio producen que un programa o emisora sea “fragmentada”, término que surgió por primera vez en la década de los setenta con Cebrián Herreros, esto quiere decir que existe una audiencia segmentada por grupos de acuerdo a sus gustos y preferencias, sus ritmos de vida, clases socio-económicos, etc. creando una audiencia heterogénea.
Entonces, ahora con la aparición de las nuevas tecnologías existen audiencias heterogéneas, con sus propios intereses, inquietudes, afinidades, pero ¿en qué favorecen las famosas TICs a la audiencia? Pues, precisamente en la fragmentación que con aquellas, alcanza a ser una audiencia hiperfragmentada donde se incluyen contenidos cada vez más especializados y novedosos mecanismos de manipulación de los mismos permitiendo la interactividad. Este fenómenos que se produce gracias a la constate innovación tecnológica permite que el oyente de radio decida qué, cómo y cuándo oír radio y el usuario cómo, cuándo y qué descargarse, ya estamos hablando de una radio casi personalizada.




Todo este nuevo mundo donde se produce una conexión de la audiencia con la radio muchísimo más cercana que en otros tiempos, da lugar a una especie de emancipación de las audiencias, ellas ahora son las que tienen el control y esta emancipación ocupa más lugar en el campo de la radio temática y la radio musical donde el mensaje es la base que articula el resto de contenidos añadidos. Aquí les dejo un link, donde podrán encontrar los diferentes modelos de radio que se adaptan a esta hiperfragmentación de la audiencia como la radio especializada, radio temática: http://www.unav.es/fcom/comunicacionysociedad/es/articulo.php?art_id=65

Lo que trato de decirles, es que la audiencia se está comportando de una manera que nos va a seguir sorprendiendo progresivamente, la Internet ha dejado que la audiencia empiece a llamarse usuario, desde el momento en que éste puede tomar decisiones de lo qué quiere y cómo lo quiere oír. Es decir, tiene ahora la potestad de ser un programador de radio, es como si lo fuera, ya que existen unas convergencias para la existencia de un usuario, éstas son:
La convergencia instrumental de la difusión: Esté evocada particularmente a la especialización de contenidos, donde la difusión y recepción de contenidos radiofónicos por internet estará siempre en la busca de replantear un contexto pragmático y diferenciado basado en la calidad.
La convergencia de las audiencias: Las nuevas tecnologías permiten un oyente más individual, debido a que la multiplicidad de canales y la interacción que permiten los soportes digitales producen la especialización de las temáticas y la personalización de la oferta de programas.
La audiencia interactiva: Aquí la audiencia, gracias a Internet, se produce una interacción entre la fuente el mensaje y el receptor, es decir, la que se produce entre el emisor y la audiencia, la que ejercitan los oyentes entre sí, y la inversa a la primera.
Todas estas convergencias crean que la audiencia pase a llamarse usuario con la utilización de la red, haciendo del consumir radio una experiencia interactiva y por lo tanto, generando es las audiencias una capacidad crítica para tomar decisiones en cuanto a este medio de comunicación, la radio, quedando atrás los conceptos de masas homogéneas incapaces de intercambiar o interrelacionarse con “el otro lado” desde donde se produce la comunicación. Aquí les va un artículo que tratan los resultados de una investigación sobre la audiencia juvenil y el acceso a la radio musical de antena convencional a través de internet. http://www.unav.es/fcom/comunicacionysociedad/es/articulo.php?art_id=398
Pero, este tipo de audiencia crítica es reducido, es un grupo pequeño esparcido en diferentes sectores de la sociedad, la gran mayoría sigue siendo esclava, inclusive con el poder de la elección.
El poder de la audiencia y de sus públicos radica en el ejercicio de la libertad, en la elección de lo bueno y lo malo y en la inteligencia para evaluar lo que está en juego, poder que se ha quedado “en coma”, por decirlo de alguna manera, porque la audiencia ha congelado su poder a raíz de la americanización de la cultura de los medios de comunicación de masas, especialmente en el cine, televisión y música popular por parte de los Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial influyendo en gran medida en otras culturas convirtiendo a la audiencia en un espectador u oyente acrítico.
Son las acciones de los comunicadores y periodista, las que dan luz  o sombra a las historias reales o ficticias que se empaquetan en los diferentes formatos mediáticos, ellos deben encaminar siempre su profesión en la única finalidad de contribuir al crecimiento de las personas y de la sociedad para que sus acciones se dirijan a facilitar procesos de entendimiento, comprensión, convivencia y solidaridad. Es decir, para poner en común, el bien social.
Pero, como sabemos, esto no siempre se cumple, por eso las mismas audiencias han unido fuerzas formando Observatorios de Medios, Centros de Investigación mediáticas, Asociaciones de Padres de Familia y grupos juveniles para hacer prevalecer la responsabilidad de los medios, pero el proceso es lento y desbalanceado e insuficiente a pesar de los enormes esfuerzos como contrapoder del poder mediático.
Por eso, otra de las medidas para contrarrestar el efecto de los medios de comunicación que no proyectan sus acciones al bien social de las comunidades, es actuar con el otro lado, es decir, educar a las audiencias empezando desde los más pequeños, desde los primeros años de estudio escolar alimentando en ellos su capacidad de lectura, discernimiento y toma de acciones particulares sobre los contenidos de los medios para así formar una audiencia inteligente, con esta expresión se quiere significar aquella actitud de los usuarios y destinatarios de los medios que les lleva a entender su papel de manera consciente, activa y responsable. Para su mayor comprensión sobre este tipo de audiencia a la cual estamos mencionando, aquí en el siguiente link tenemos expuestos,  en uno su último punto, los caracteres de las audiencias inteligentes que nos ayudará a ampliar más este concepto: http://www.unav.es/fcom/comunicacionysociedad/es/articulo.php?art_id=252
Se quiere fomentar, entonces, que cuando un oyente, televidente, lector o consumidor de algún medio de comunicación esté expuesto a éste tenga el poder de saber elegir qué es lo que le conviene y qué no, qué lo ayuda como persona, etc. Desarrollar su capacidad de crítica a lo que tiene al frente. Ahora, en esta sociedad donde lucrar es lo que más les interesa a los productores, dueños o grandes empresarios de los medios de comunicación, la audiencia está vulnerada a imitar la forma de actuar, de adoptar las posturas ideológicas frente  los hechos, de pensar, de hablar y hasta de vestir que se difunden en los medios, por falta de análisis de contenidos. Veamos a nuestro alrededor tan solo un instante y nos daremos cuenta cómo nos están influenciando de forma negativa para seguir “en coma” y no percatarnos de lo que estamos permitiendo.
Es momento de salir de ese estado y formar no solamente en la decodificación de los caracteres aparentes, sino en el significado y en el sentido de los conceptos que aparecen ocultos en los formatos mediáticos, indagando en los sentimientos que se producen sobre la audiencia y sobre las posibles intenciones de los productores del formato.
Hablamos de la lectura de medios, como la televisión, si bien es cierto este medio cuenta con dos lenguajes: el visual y el sonoro, por lo tanto enseñar a la audiencia cómo analizar la súper carga simbólica que este medio contiene de acuerdo a sus altos grados de estimulación para la mente. También tenemos la radio, un medio en el cual la pauta musical es lo que más escuchan los jóvenes, sepamos que la música también educa, por lo tanto, dejar que los jóvenes formulen apreciaciones críticas con respecto a esto vendría muy bien para la lectura de medios y formación de una audiencia inteligente. Por otro lado, existe la prensa que el tema de educar a la audiencia en este medio va ligado en que la lectura de este medio vaya más allá de entender lo escrito, es decir que vaya hasta la decodificación de la intención del comunicador que transmite el mensaje.

En conclusión, las audiencias dejarán la pasividad que ha sido como una norma de comportamiento habitual y más en el oyente de radio, gracias a la Internet, ahora actuará de una manera interactiva no únicamente sobre los contenidos, sino también sobre las estructuras programáticas gracias a la Internet; y por otro lado la audiencia se convertirán en audiencia inteligente con capacidad crítica de contenidos y de las intenciones del productor del formato, formando así una audiencia con poder de elección.  Para los futuros comunicadores sociales, recodar que la finalidad del servicio que otorgan siempre está ligado al de contribuir con el bien social. 


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