viernes, 4 de octubre de 2013

De la radio y algo más

[Ensayo de los documentos: “De radio en radio – el escenario radiofónico” y “La programación radial – Palimpsesto y mapa de la cultura”]


Cada vez que tengo la oportunidad de intervenir en algún proceso radiofónico, puedo sentir la magia que este medio trae consigo, es que “hacer radio es una pasión”, tal y como lo dijo José López Vigil. La radio está cargada de afectividad, es un medio en el cual podemos transmitir sentimientos y puede concentrarse en su carácter de compañía personal, pero el quehacer radiofónico va más allá de los sonidos que se pueden percibir al escoger un dial y escuchar lo que se transmite, la radio tiene una mezcla de sabores y colores que están inmersos en la investigación, la cultura, la programación, el escenario en que tiene lugar, por mencionar algunos.
La radio parte de un eje central, éste determinará el perfil de la radio. Entonces para todos los que desean iniciar esta aventura de hacer radio, deben apuntar siempre a cómo quieren que ésta sea, es decir, ¿para qué? y ¿para quién? preguntas básicas para formar la personalidad de la radio. Existen distintas programaciones que en función a éstas se diseña cada espacio, por ejemplo están las participativas, las ecológicas, las culturales, etc. Tenemos infinidad de opciones para darle una cara única a nuestra emisora. La personalidad de las radios son variadas pero todas tienen características y potencialidades que le son comunes.
Pero hablando de programación, ¿sabemos, realmente, qué es la programación radiofónica? Es la que permite hacer el tránsito del perfil diseñado por los emisores al posicionamiento alcanzado entre los receptores. La programación tiene dos direcciones, una es desde las expectativas del público hacia la radio y, la otra, desde las ofertas de la radio hacia el público. La programación radiofónica tiene acciones a priori, como la de realizar una investigación al público a quién va dirigido, en términos publicitarios, conocer a su target. Una programación tiene todas las de ganar cuando tiene el equilibrio adecuando con sus objetivos propios como empresa radiofónica y tomando en cuenta las necesidades de la audiencia a quién va dirigida.
En Lambayeque, la mayoría de propietarios de radios tienen el gravísimo error de concesionar espacios en sus emisoras, es decir, los propietarios en busca de más ingresos económicos permiten que determinadas horas sean compradas por entidades con diferentes objetivos que alejan más y más a que la emisora tenga un perfil determinado y muy bien marcado. Por lo tanto, a estas “radios galerías” como se les llama, no tienen un eje central ni mucho menos tiene una previsión de los programas que van a ser emitidos. Son programas que no podrán generar incidencia en la sociedad y difícilmente lograrán posicionar un perfil o una personalidad en sus respectivas audiencias. Para ampliar mucho más este concepto de la programación radiofónica, denle click al siguiente link y encontrarán un libro llamado “Manual Urgente para Radialistas Apasionadas y Apasionados”, revisen el capítulo 11 y podrán nutrirse más sobre este principio básico para hacer radio: http://www.radialistas.net/manual_urgente/ManualUrgenteRadialistas.pdf
Dice Jesús García Jiménez que en Radio se programa a partir del conocimiento de tres factores: la identidad del medio, las características de los programas y la audiencia. Pero también, esta programación se construye por capas: la primera es la pauta musical, aquí definimos qué temas, cómo y en qué momentos serán difundidos por la radio. La siguiente, es la pauta horaria, se trata de la forma cómo vas a mencionar la hora, la emisión de la hora, definir qué características funcionales tendrá. La tercera capa para construir nuestra programación es la pauta promocional, aquí se promocionará la radio, los programas y campañas de la radio, están las cuñas promocionales. Después, están los programas, estos vienen en función a los horarios eje, tenemos programas informativos, educativos, de entretenimiento, culturales, etc. Y por último tenemos la última capa, la pauta publicitaria, en esta capa se tiene cuidado con los tiempos en los que se va tomar para definir un espacio publicitario.

El diseño de una programación amerita investigación desde la experiencia convivencial, reflexión, discusión y acuerdo dentro de un equipo programador. Se trata de brindar un servicio diverso, respetuoso y dinámico a un público, sí a éste que hoy en día ya no es un simple destinatario sino que hasta usuario puede convertirse.


No basta con definir al público únicamente en función de aspectos demográficos como el género y la edad, como ha sido tradicional en el medio. Hoy en día, se considera también el entorno, los usos del medio y los momentos del día en que se escucha la radio, entre otros criterios. Lo cierto es que las personas escuchan radio por distintas motivaciones: para informarse, aprender, entretenerse, etc… no se conserva la misma motivación a lo largo del día, pues se es más propenso a escuchar ciertos contenidos en ciertas horas que en otras. Existen tres dimensiones las cuales nos ayudarán a obtener una descripción lo más precisa posible para conocer al segmento al que se va a dirigir el programa de radio o la programación total de la emisora, primero está el aspecto geográfico (región de residencia, cantidad de habitantes de la localidad, condición urbano o rural), la demográfica (ingreso económico, edad, género, etapa de vida familiar, clase social, nivel educativo, ocupación y origen étnico), y por último la psicográfica (valores, actitudes, personalidad y estilo de vida, actividades, intereses, opiniones, etc.).  Este estudio, hace que programadores de radio no se queden en darle, a la audiencia, lo que ya está acostumbrada a recibir, sino ir más allá, brindar nuevas alternativas de servicio a la sociedad y un servicio donde puedan despertar en la audiencia nuevos horizontes. Más de esto en: http://viejo.eccc.ucr.ac.cr/pdf/generos06%20caraya.pdf
Para Figueroa, “la información que genera la investigación pude servir para planear cambios estratégicos en la programación y definir estrategias instrumentales de ventas”, a esto entiendo que al estudio que hagamos de la audiencia debemos “sacarle el jugo”, por decirlo de alguna manera, es una riqueza que nos llega para explotar, por ejemplo, esta información obtenida es valiosísima pues nos permitirá saber en qué momento la programación que tenemos ya está caducando, o podría darnos luces para saber cómo darle tratamiento a los diferentes programas, temas y/o contenidos en nuestra programación. Quiero decir que el cúmulo de informaciones que arroja la investigación permite diagnosticar y redefinir los objetivos, las líneas o ejes de la programación, clarificar las estrategias de vinculación con las audiencias y perfilar los planes de sostenibilidad.
Al estudio antes mencionado, también le añadimos el estudio del escenario radiofónico, trata de recopilar la información sobre todo lo que las radios de un zona de influencia ofrece a un auditorio cautivo o disperso, a través de su correspondiente señal electromagnética, esta investigación se puede realizar escuchando la programación de otras radio, estudiarlas, analizarlas para que así este estudio nos permitirá estar un paso más adelante que la otras emisoras, llenando sus vacíos y debilidades que pudieran tener en su oferta radial para convertirlas en propuestas de reprogramación en nuestra emisora.



Otro tema que tiene que ver con la programación radiofónica y que muchos se dan cuenta pero pocos son lo que se atreven a hablar de ello; es que si bien es cierto, la radio es un medio donde se expone la cultura desde la voz que transmite el mensaje hasta la música que se toma en cuenta para la programación, ésta es, en muchas emisoras, punto de partida para la llamada “industria cultural” que se muestra como un poder hegemónico que posee este medio, para así cambiar, transformar audiencias por medio de estrategias de seducción que nos atrapan a adquirir actitudes, estilos de vida, formas de pensar, etc. de los grandes grupos económicos de poder con intenciones ocultas, una nueva forma de colonización de mentes. Es un hecho de todos los días, esto se nota mucho más en algunos programas noticiosos donde prima la subjetividad de modo que defienden a ciertos partidos políticos o hasta omiten un hecho noticioso simplemente porque no les conviene hablar del involucrado debido a que tienen algo que ver. Y también, de una manera más sutil, como lo es con el tratamiento de la música, de los géneros musicales que utilizan estrategias como la del testeo, técnica netamente mercantilista.  Aquí te dejo dos documentos que ayudarán a aclarar esta situación: http://losdependientes.com.ar/uploads/41kp1y3e7d.pdf y http://sociologiadelascomunicaciones.bligoo.com/content/view/637712/La-Industria-Cultural-y-su-expansion-en-lo-radial.html#.UkcpcoZLM2s
Pero también en la misma programación podremos leer precisamente cómo esas audiencias se rebelan ante las estrategias y visiones de la industria. La programación, es este sentido, muestra cómo las industrias de la cultura se pliegan a los ritmos de las audiencias por medio de cierta sincronización entre sus horarios y la rutina diaria de los sujetos, muestra su temporalidad y los desfases y las formas arcaicas de la cultura popular de la modernidad.
Entonces podemos concluir que las audiencias son migrantes y cambian permanentemente, por lo que es la característica básica que se toma en cuenta para la programación radial, y la mejor manera de conocer a nuestras audiencias es a través de una experiencia convivencial, esta se trata de convivir con la gente a quienes vamos a ir dirigidos y así tener contacto con las audiencias potenciales para tener un vasto conocimiento a la hora de diseñar, planificar y ejecutar nuestra programación radiofónica. La radio permite crear espacios de encuentro para que la audiencia pueda sentir que esta le proporciona un bien que la hará crecer en su sociedad.

VÍDEO:

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