[Ensayo de los documentos: “De la medición de la
audiencia al conocimiento de los públicos” y “Los estudios de recepción en
América Latina: perspectivas teórico-metodológicas”]
En este mundo donde las nuevas tecnologías se desarrollan
cual bebé recién nacido, los medios de comunicación han sacado provecho de
ellas y lo seguirán haciendo en diferentes aspectos que ellos tienes para
explotar. Pero lo que este tipo de organizaciones nunca dejarán de lado, por más
antiguo que sea, es conocer a su audiencia, conocer su cultura, sus
diferencias, es decir seguir en busca de qué tipo de audiencia lo escucha,
seguir incrementando telespectadores, lectores u oyentes mediante la
implementación de nuevas estrategias en pro a sus objetivos trazados. Y la
recepción de los mensajes de parte de la audiencia es otro aspecto que en este
ensayo desarrollaremos, enfocando la verdadera cara de los números estudios e
investigaciones que se realizan para obtener esa información valiosa que las empresas
de comunicación están dispuestas a invertir por ella.
El deseo por medir a la audiencia y conocerla es una
información vital que nos acarrea desde el momento en el que emprendemos un
proyecto empresarial como son los medios de comunicación. Y ¿por qué? Pues,
veamos, si queremos sacar una programa al aire lo primero a tener en cuenta es
saber a quién nos vamos a dirigir, es decir, nuestro público objetivo o target,
y esto sólo podemos saberlo investigando, aplicando una serie de estudios para
conocer a la audiencia. Pero esto mismo ocurrirá cuando ya tengamos el programa
al aire, ya que nuestra nueva duda será: ¿quiénes nos están viendo? ¿cuántos
son? ¿cómo son? ¿a qué se dedican? ¿cuáles son sus actividades cotidianas? Y
muchas preguntas de este estilo se nos pasarán por la cabeza. Por lo tanto, la
importancia de conocer a nuestra audiencia va ligada a que por medio de los
resultados obtenidos podamos aprovecharlos en mejorar la calidad de programa,
insertar nuevos formatos, abordar nuevos temas de interés, innovar cada vez más
para que ellos se sientan importantes.
Uno de los estudios de audiencias es la medición de éstas
mediantes distintas técnicas, la más conocida y acaso sea por ser la más
antigua es la técnica del sondeo, ésta trata de un proceso muy complejo que
está obligado a ofrecer datos representativos de la población que analiza. La
primera fase de cualquier sondeo consiste en seleccionar una muestra, una
porción representativa de ese universo al que queremos conocer. La segunda y
tercera fases son la recogida de
información procedente de esa muestra y la elaboración de los indicadores
finales, en la primera se realiza mediante aparatos que son capaces de medir el
consumo mediático de manera automática y en los cuales se registran la duración
del consumo por parte de la audiencia del soporte de recepción de contenidos ya
que funcionan conectados a éstos, uno de los aparatos más simbólicos para esta
función es el audímetro.
Hablemos un poco más de este aparato que lo hemos podido
escuchar millones de veces pero que realmente no sabemos cómo se utiliza. El
audímetro, como lo hemos mencionado líneas más arriba, es un aparato que sirve
para medir la cantidad de espectadores que ven la televisión, de forma
ininterrumpida y anónima. Se parece a un control remoto de los que tenemos en
casa, aparte es de color gris con un diseño antiguo. En su parte frontal,
aparte de tener un display que muestra la hora automática, tiene unos botones
que se corresponden con las 8 primeras letras del abecedario. Casa una de ellas
representa a un miembro de la familia.
Los audímetros son instalados de forma aleatoria, aunque se escogen hogares representativos de toda la sociedad y de forma generalizada. Al parecer, los poseedores de un audímetro deben firmar una cláusula de confidencialidad y no manipulación de datos. Para ello, la entidad encargada de realizar estas mediciones, TNS Sofres no tiene en cuenta la medición de las primeras semanas. Cada miembro tiene asignado un botón, que deberá pulsar para identificarse cada vez que encienda la televisión. Eso le permite saber al aparato no sólo quien está viendo la televisión, sino su sexo y edad, datos claves en la muestra. Cada vez que haya invitados, estos también deben identificarse con unos botones especiales. Si los miembros del hogar no se identifican, el aparato va emitiendo una señal acústica que se va haciendo cada vez mayor, hasta que se identifiquen. Además, el aparato pregunta cada X tiempo si seguías delante del televisor, sino le contestabas en un razonable período de tiempo, el televisor automáticamente se apagaba, como una función que se realiza para evitar mediciones falsas y datos erróneos.
Los audímetros son instalados de forma aleatoria, aunque se escogen hogares representativos de toda la sociedad y de forma generalizada. Al parecer, los poseedores de un audímetro deben firmar una cláusula de confidencialidad y no manipulación de datos. Para ello, la entidad encargada de realizar estas mediciones, TNS Sofres no tiene en cuenta la medición de las primeras semanas. Cada miembro tiene asignado un botón, que deberá pulsar para identificarse cada vez que encienda la televisión. Eso le permite saber al aparato no sólo quien está viendo la televisión, sino su sexo y edad, datos claves en la muestra. Cada vez que haya invitados, estos también deben identificarse con unos botones especiales. Si los miembros del hogar no se identifican, el aparato va emitiendo una señal acústica que se va haciendo cada vez mayor, hasta que se identifiquen. Además, el aparato pregunta cada X tiempo si seguías delante del televisor, sino le contestabas en un razonable período de tiempo, el televisor automáticamente se apagaba, como una función que se realiza para evitar mediciones falsas y datos erróneos.
Los audímetros actuales llevan incorporado un disco, que
evita la pérdida de información en caso de un apagón de luz. Además, son
capaces de medir el consumo del vídeo. Al final del día, todos los datos
recopilados se envían vía línea telefónica, a la central de TNS Sofres, donde
son procesados. Y así se obtienen los datos de audiencia a través de los
audímetros. Ahora los invito a que revisen este documento donde podrán
encontrar los diferentes usos de los datos de la audiencia: https://www.google.com.pe/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=8&cad=rja&ved=0CFYQFjAH&url=http%3A%2F%2Fwww.aimc.es%2Fspip.php%3Faction%3Dacceder_document%26arg%3D733%26cle%3D5665008efd04345f5b2338b77bb9b12314d160b5%26file%3Dpdf%252FPrincipios_TDT.pdf&ei=AedNUqG_JInu8ASk5YGYBg&usg=AFQjCNGqim2IWanSWOrmbRWZH6rxzx0RmA&bvm=bv.53537100,d.eWU
Pero en internet, las empresas también desarrollan sistemas
por los cuales pueden obtener datos del usuario, utilizando programas
informáticos que intentan responder las preguntas ¿qué consume la población? y
¿quién consume cada producto?.
Existen, ahora, encuestadores que introducen las respuestas
directamente a un ordenador portátil, utilizando un sistema llamado CAPI
(Computer Assisted Personal Interviewing), pueden detectar aquellas que son
incoherentes en el mismo momento en que se producen. Y, al mismo tiempo, CAPI
agiliza el proceso de elaboración de los datos, ya que no se ha de transferir
desde el papel al ordenador como ocurría anteriormente.
En la técnica del sondeo, las muestras son de dos tipos, probabilísticas y no probabilísticas. La primera es aquella que puede incluir a cualquier miembro del universo, teniendo todos sus componentes las mismas posibilidades de ser elegido. Mientras que en las muestras no probabilísticas, no todos los miembros del universo pueden ser seleccionados. En el siguiente link podrán encontrar diversos métodos de investigación de acuerdo a estos dos tipos de muestras (probabilísticas y no probabilísticas) que les servirán para sus investigaciones posteriormente: http://www.estadistica.mat.uson.mx/Material/elmuestreo.pdf
En la técnica del sondeo, las muestras son de dos tipos, probabilísticas y no probabilísticas. La primera es aquella que puede incluir a cualquier miembro del universo, teniendo todos sus componentes las mismas posibilidades de ser elegido. Mientras que en las muestras no probabilísticas, no todos los miembros del universo pueden ser seleccionados. En el siguiente link podrán encontrar diversos métodos de investigación de acuerdo a estos dos tipos de muestras (probabilísticas y no probabilísticas) que les servirán para sus investigaciones posteriormente: http://www.estadistica.mat.uson.mx/Material/elmuestreo.pdf
Además, el tamaño de la muestra es todo punto haré hincapié
porque es un ítem crucial para el éxito de nuestra investigación. Hay que
recordar, en este caso, que el volumen de la muestra no depende del volumen del
universo sino de las probabilidades con las que se presenta el fenómeno objeto
de estudio en la población. Cuanta mayor homogeneidad respecto al hecho a
investigar, menor tamaño es necesario. Junto a este punto sobre la
determinación del tamaño muestral, se agregan los criterios de selección:
cuántos hombres y cuántas mujeres. Y por último, las tipologías de
clasificación social aplicables en la presentación de los datos finales, es
decir, cuántos mayores de edad, cuántos niños (as), adolescentes, jóvenes,
adultos, ancianos, cuántos desocupados, cuántos profesionales, etc. son
criterios que serán de ayuda poder establecerlos de manera equitativa para que
los resultados sean lo más semejantes a la realidad posibles.
En este tema de las mediciones de audiencias se acuñan
unidades de medida y las más conocidas son el rating y el share. Según el glosario
de términos utilizados en el lenguaje televisivo de Radio Televisión Española
(RTVE), el rating representa el número de personas que visionan un programa
específico o que consumen televisión durante un cierto período de tiempo. Se da
en cantidades numéricas tipo millones de espectadores. En cambio, el share, lo
denomina también cuota de pantalla, se define como el porcentaje de la
audiencia que cada emisora o programa consigue con respecto a las otras
emisoras o cadenas. Se da en tantos por ciento en relación al número de
personas que ven la televisión en cada momento.
Estas mediciones arrojan resultados casi exactos, con
porcentajes de error muy bajos, que los medios de comunicación sacan provecho
para conseguir más anunciantes. Por ejemplo, vemos que cada canal de televisión
tiene un estilo predeterminado, una forma de presentar sus programas, sus
formatos, su calidad en sí, contenidos que van a esas audiencias estudiadas e
investigadas que se vuelven cada día más fragmentadas por el contenido personalizado
y especializado, entonces aquí es donde anunciantes que quieren conquistar este
tipo de audiencia para que consuman sus productos o accedan a sus servicios son
capturadas por los medios, que prácticamente, venden a las empresas que se
anuncian esas audiencias.
Es cierto que hemos hablado de cómo los medios de
comunicación miden a las audiencias en diferentes niveles, procesos y con
técnicas que les permiten resultados más certeros, que les permite obtener
resultados para modificar o mejorar su parilla programática o cualquier detalle
que se les esté escapando y así puedan mejorar sus estrategias, pero qué hay
con la audiencia. Ellas también pueden regular de alguna manera si lo que ven
debe ser cambiado o no.
Los medios de comunicación han sido y seguirán siendo un
vehículo muy fuerte para la formación de la opinión pública y un ente
influeciador muy grande, por lo que alrededor del mundo podemos observar cómo
éstos ayudan al fortalecimiento del capitalismo y ofrecen una mirada al mundo
desde una perspectiva occidental. Emitiendo programas que no alimentan el
pluralismo de opiniones, culturales, etc. y conservando por sobre todas las
cosas la absurda homogeneidad de parte de los grandes grupos económicos del
mundo. Pero, en contraposición las audiencias han demostrado que pueden
responder a este atropello por los propios medios, mediante las creaciones de
asociaciones de consumidores de medios de comunicación, como por ejemplo EURALV
o a través de respuestas puntuales de relevancia diversa, como la actuación de
protestas que entre las más habitual está el no consumir un medio durante un
período de tiempo concreto. (Ejemplo: el movimiento “Don´t count uso ut” que
tuvo lugar en Estados Unidos de la mano de afroamericanos e hispanos en 2004). James
Curran nos ofrece una tipología digna de difundir sobre la tipología de los
modos en que la audiencia puede influir en los medios en el marco de las
democracias liberales:
1.
Creación
de grupos de interés o lobbies. El protagonismo lo tendrían colectivos
(entidades corporativas) que intentaran condicionar metas, la política y la
organización de los medios.
2.
Influencia
sobre las fuentes de información que utilizan los medios, por ejemplo logrando
una representación en los consejos asesores.
3.
Influencia
directa sobre los equipos directivos de los medios (el propio Curran acepta la
dificultad de la misma).
4.
Intervención
a partir de las asociaciones de consumidores. Esta es la vía que, de momento,
presenta mayor viabilidad.
5.
Creación
de submercados independientes.
Con este apartado, podemos ir al siguiente paso para entender
desde múltiples puntos lo que se abarca en el mundo de los medios de
comunicación, éste es la recepción de las audiencias de contenidos de los
medios de comunicación. Los estudios de recepción han sido liderados por dos
corrientes casi enfrentadas: la corriente funcionalista de Estados Unidos,
sobre todo de la mano de la teoría de los Usos y Gratificaciones, y la
corriente culturalista originada por la Escuela de Birmingham. A estos dos
ejes, hay que sumar la importante corriente latinoamericana representada por la
recepción activa de la audiencia y la consideración de las mediaciones que
afectan al proceso de recepción.
Para Orozco Gómez, las mediaciones son como una estancia
cultural desde donde los receptores producen y se apropian del significado y
sentido, acuñando el término de televidencia para referirse al complejo proceso
de interacción entre la audiencia y la televisión. Pero las mediaciones tienen
fuentes diversas, no únicamente de los medios, sino de fuentes internar,
externas, anteriores y posteriores al proceso de recepción donde intervienen
las experiencias individuales y colectivas de los sujetos integrantes de la
audiencia. Orozco con el fin de dar una noción más amplia a este término llegó a
estructurar distintas tipologías de las mediaciones, éstas son:
1.
La
mediación individual, aquella que emerge del individuo como sujeto cognitivo y
emotivo y, al mismo tiempo, de sus experiencias como sujeto social inmerso en
una cultura. Es decir que en los procesos de interacción del televidente con el
medio, intervienen todo lo que lleva cargado el individuo desde que ha nacido,
evidenciándose en la percepción que pueda tener de los contenidos en el medio.
2.
Mediación
situacional: Indica cómo se encuentra el receptor en el momento de la recepción
de los mensajes: acompañado, con la atención concentrada en la pantalla o
realizando otras actividades simultáneamente. Todo esto influye en el proceso
de recepción. Porque no será el mismo nivel de recepción cuando esté sentada
frente al televisor viendo un programa determinado, que cuando esté cocinando o
jugando con alguien, obviamente mi grado de atención no será el mismo.
3.
La
mediación institucional: Ésta parte de los vínculos de los receptores con las
diferentes instituciones sociales, como la familia, la escuela, el trabajo, el
barrio, partido político, sindicato, grupo religioso, etc. que proponen guiones a los sujetos y condena
otros, los cuales se pueden entender como normas y formas de interacción social
legitimando su actuación en los escenarios sociales. La televisión es una de
las instituciones actuante en la sociedad, y por tanto, su influencia será
mediada también por la actuación de las demás instituciones.
4.
La
mediación videotecnológica: Se refiere a la manera de estructurar los géneros
y, las posibilidades y recursos técnicos de la televisión para la transmisión
de los contenidos los cuales también están culturalmente determinados por lo
que además de las cualidades puramente técnicas, a partir de las formas
culturales se realizan asociaciones y efectos específicos en el lenguaje
televisivo.
En las investigaciones de la recepción de la audiencia
mediante un medio de comunicación, resalta como método de investigación la
etnografía, que capta, en el espacio y tiempo cotidianos de los sujetos
receptores, sus interacciones con los medios y, al mismo tiempo, elabora una
descripción densa de carácter interpretativo y reflexivo. Lo que Martín –
Barbero concibe con un “ver con la gente” en la perspectiva de capturar el
momento de la recepción para poder identificar y confrontar las diversas
modalidades de uso y las competencias culturales, actividades en la rutina de
los receptores. Este estudio nos permite, además, obtener resultados
cualitativos de la interrelación de audiencia-medio, también permite
profundizar en la comprensión sobre las experiencias individuales y colectivas
de consumo y uso de los medios de comunicación. Aquí les dejo un documento de
Guillermo Orozco Gómez que les será interesante para la compresión de este
asunto de las mediaciones en la recepción: http://gumilla.org/biblioteca/bases/biblo/texto/COM198864_69-76.pdf
Podemos concluir aventurándonos a decir que si bien es cierto
los medios de comunicación tienen sus propios métodos para conseguir de
nosotros mismo información recurriendo a aparatos de medición que nos analizan
para que obtengan resultados que puedan darles una luz de lo que realmente
queremos, pero no olvidemos que nosotros mismos podemos hacernos escuchar y
decidir en qué va y cómo va en los medios de comunicación. Es hora de
movilizarnos y dejar de quejarnos por la programación de determinado canal o emisora,
los simples destinatarios de mensajes ya están en el olvido demostremos como
una audiencia activa al recepciones determinados mensajes puede actuar para
hacer prevalecer el bien social que debe otorgar un medio.
VIDEO
Flor,
ResponderEliminarNoto avances muy ciertos en los tratamientos de los asuntos radialísticos, hay coherencia y buena secuencialidad.
Tus materiales son aportantes.