RESUMEN: La radio en internet ha
implicado cambios en las sociedades como toda innovación tecnológica que se
inserta en la comunidad, alterando así las formas de interacción con el medio y
donde éste ha tenido que adaptarse para seguir desarrollándose, estudiando a su
audiencia implementar estrategias que se complementen con la era digital,
dejando de lado así la creencia de algunos que con Internet los medios
tradicionales desaparecerán. La esencia de la radio jamás será igualada o
sustituida por ningún otro medio, mientras impere la imaginación en ella, todo
estará en su lugar, tal vez con más implicancias en el medio pero conservará su
razón de ser.
PALABRAS CLAVE: DIGITALIZACIÓN –
INTERNET - ESTUDIO DE AUDIENCIAS
DESARROLLO:
La inserción de las nuevas
tecnologías ha hecho que la radio se adapte a estos tiempos sin perder su
esencia, y con esto me refiero a que si en sus inicios la radio que empezó con
la invención del telégrafo por Samuel Morse en 1835 y del teléfono en 1876 por
Graham Bell, junto con la primera descripción de las ondas de radio de Heinrich,
era un medio que juntaba a la familia, donde todos se reunían para enterarse de
los avisos, noticias o pedidos que sus familiares o amigos de otros lugares
tenían para ellos. Ha evolucionado pasando a ser un medio de compañía o
proximidad como lo dijo Gutiérrez Paz, “la radio no sólo no ha sucumbido ante
el envite de la pequeña pantalla, sino que además ha hecho estandarte de la
especialización y de la educación a cada segmento de audiencia, convirtiéndose
en el medio de proximidad por excelencia”1 , es decir, donde el
receptor pueda hacer otras cosas mientras escucha la radio, cocina, trabaja o
hasta escribe un libro que con la aparición de los móviles con radio incluida o
de la radio en el medio de transporte y que se caracteriza por los contenidos
especializados, es así como este medio se volvió mucho más empleado.
Y ahora, gracias a Internet, la
radio por ser un medio dinámico, sacó provecho de este cambio tecnológico sin
perder su esencia, y con esto me refiero a la gran creatividad y producción de
contenidos que la radio posee desde sus inicios, con Internet, la radio se
convierte en un medio sumamente interactivo, logrando que sus antes simples
receptores del mensaje, sean productores o creadores de lo que quieren escuchar
en radio. Con esto afirmamos la frase de Alberto Díaz que nos dice: “los medios
ya sean viejos o nuevos, presentes o venideros, tienden a su complementariedad
y no a su sustitución”. Integramos aquí el concepto de “radio a la carta”2
donde podemos escoger lo que nos interesa en cualquier momento, haciendo que la
radio en Internet no sólo tenga la ventaja de saltar la barrera espacial, sino
también la superación de la barrera temporal.
Además, Internet impone nuevos
hábitos de consumo que ahora comienzan a diferenciarse de los que conocemos
para la radio. En primer lugar, se detecta una multiplicación de canales que
tratan de responder a la demanda de una mayor audiencia con variedad de
intereses frente a la definición más acentuada de los oyentes de radio. Y así
la audiencia radiofónica se limita a un determinado territorio y, por tanto, es
siempre más reducida frente la audiencia de la red que tiene vocación universal
con la única barrera del idioma; es decir, mientras las emisiones radiofónicas
satisfacen necesidades comunes, Internet es capaz de resolver inquietudes
personales, gracias a sus mayores prestaciones, en especial, al acceso a una
gran cantidad de información más diversa que la de la radio. La red ofrece
cabida a usuarios con intereses más diferenciados que la audiencia radiofónica.
Algunos sectores de población, como los más jóvenes, alejados de la radio
tradicional se incorporan ahora a la oferta de la red, lo cual provoca esta
multiplicación de direcciones sobre las temáticas más variadas; en definitiva,
genera una necesidad de ofertar nuevos contenidos.
En segundo lugar, el usuario de
Internet se diferencia del de la radio en que emplea la red en momentos
puntuales a la búsqueda de una información concreta lograda mediante un acceso
rápido y directo. Por tanto, la inmediatez se convierte en uno de los
principales atractivos a la hora de acceder a los datos frente a la fugacidad
radiofónica. Esta característica impone la oferta de contenidos almacenados que
puedan consultarse en cualquier momento, según el interés de cada uno de los
usuarios. En este sentido, el formato más adecuado para colgar de esas páginas
de Internet los contenidos almacenados son los dos géneros radiofónicos que
manejan la información de manera más profunda al mismo tiempo que dan cabida a
contenidos no sólo estrictamente periodísticos sino también de ficción. Estos
dos géneros son la entrevista y el reportaje.
Por último, aunque no menos
importante, la propia tecnología informática favorece un grado de
interactividad que en modo alguno alcanzan las emisoras tradicionales. Es el propio usuario el que no sólo puede
seleccionar un contenido en el momento en que precise sino el que, además,
tiene capacidad para demandar un tema concreto tratado de una determinada
manera. Internet se convierte así en una plataforma ideal para la oferta de
contenidos personalizados.
En definitiva, como bien resume
Cebrián Herreros, estas son pues las características que definen al usuario de
Internet y lo diferencian del oyente de radio:
“Internet modifica las maneras
con que se informan las personas. Los usuarios pasan a tener un poder que antes
no tenían tanto para recibir, buscar y contrastar como para incorporar
información generada o conocida por ellos. Acceden a la red como un
autoservicio. Esta visión modifica plenamente el panorama de los medios de
comunicación y en particular de la radio. O la radio busca la personalización
de la información, la interactividad, el autoservicio o perderá capacidad de
penetración en la nueva sociedad” 3.
Entonces, tanto la radio como las
audiencias están cambiando o mutando considerablemente. Por lo tanto, la manera
de investigar el comportamiento, hábitos o costumbres y nuevos usos de la radio
por parte de la audiencia se ha convertido en un eje fundamental para la
supervivencia de la radio en esta sociedad de la digitalización. Pero, además,
el constante estudio de audiencias nos sirve para que la misión de la radio
como medio comunitario nos ayude a tener un panorama de la situación actual de
la sociedad a la que nos dirigimos y la que nos responde para la creación de
estrategias de acción social y la construcción de mejores y más democráticas
comunidades desde la radio.
Vayamos al pasado y descubriremos
que hasta 1930, la única fuente de información sobre el impacto de la radio en
sus oyentes eran las cartas que se enviaban a los distintos programas. En ese
año, Archibald Crossley en Estados Unidos hace el primer estudio de audiencia
de radio con el método del recuerdo a través del teléfono, la finalidad era
averiguar cuántas personas escuchaban la radio en las 24 horas anteriores, a
qué hora la habían escuchado, qué emisoras habían sido sintonizadas y qué nivel
de aceptación tenían los programas elegidos por los oyentes. Posteriormente,
hacia fines de 1934, la empresa de investigación de mercado por los señores
Montgomery Clark y C. E. Hooper comenzó a hacer un estudio opuesto al de
Crossley pues ahora solicitaba al encuestado información sobre lo que estaba
escuchando en ese mismo momento, a este método se le llamó coincidental, su
principal ventaja fue la de eliminar el riego de inexactitudes por fallas de la
memoria.
Luego apareció el método del
diario de escucha, donde se solicitaba a un panel de personas que
cotidianamente anotaran en unas hojas especiales las horas y las emisoras sintonizadas en un período de
una semana, aumentando la probabilidad de olvidos y disminuyendo, por ende, la
calidad y confiabilidad de la información.
Pero ¿dónde está el audímetro?,
pues bien, este dispositivo apareció el 7 de noviembre de 1929, Claude E.
Robinson de New York, patentó este dispositivo para registrar las frecuencias
sintonizadas por un receptor de radio, los periodos y el tiempo total en que estuvo encendido.
Pero no avanzó en el campo de su aplicación práctica y vendió el patente a la
Radio Corporation of America (RCA) que tampoco se preocupó por desarrollar su
uso y en unos años después, dos profesores de Massachussets Institute of
Technology (MIT), Robert Elder y Louis F. Woodruff, desarrollaron un prototipo
igual, pero al momento de ir a patentarlo se dieron con la sorpresa que ya
había un patente anterior, pero tras una negociación con RCP les cedió los
derechos y Elder bautizó el dispositivo con el nombre de audímetro, el cual se utiliza
hoy en día principalmente para medir audiencias de la televisión, esperando que
abaraten sus costos de fabricación y operación para su utilización para medir
audiencias de radio.
Es bueno recordar que estos
estudios de audiencia se hacen porque consideramos que ellas son “nuestra razón
de ser, nuestro sueño, nuestro futuro”4, tal y como lo describe
Amparo Cadavid y plantea estas posibilidades que si bien es cierto tienen sus
desventajas pueden ayudarnos a tener una idea del conocimiento de nuestra
audiencia, estas pueden ser las llamadas telefónicas, las cartas o correos
electrónicos, los sondeos telefónicos, actividades especiales (donde se
planifica una actividad grande y se puede medir la capacidad de convocatoria
que tiene el medio) y planes de seguimiento para saber sobre qué ser hará es
seguimiento y cómo, estos planes se realizan mayormente a programas noticiosos
por ser sensibles dentro de la comunidad.
Recientemente, el libro “Analizar
Audiencias. Construir nuestros sueños”5 sostiene un manual que
integra un modelo metodológico para el estudio de las audiencias que se resume
en tres ámbitos de análisis, los cuales son:
1. Un
análisis estadístico de la población: Esta perspectiva alude a la audiencia
potencial y cautiva de la emisora y se orienta a establecer el perfil general
del universo de oyentes. Esta dimensión tiene por objeto elaborar, describir y
clasificar qué tipos de oyentes tenemos, sus condiciones, necesidades, gustos,
hábitos y prácticas. Se utilizan técnicas cuantitativas.
2. Un
análisis cualitativo de los oyentes: Su análisis debe ser orientado, hacia la
evaluación de la pertinencia y
relevancia de los programas radiales emitidos en la parrilla de programación y
su relación con la vida cotidiana de la comunidad, sus sueños, sus valores, los
imaginarios del futuro que allí se construyen y sus prácticas sociales.
3. Una
investigación acción-comunicativa: Esta dimensión busca elaborar mapas sobre
las potencialidades de la acción y la participación de las audiencias desde su
rol de ciudadanos activos al interior de nuestras comunidades. Así mismo busca
establecer un horizonte de actividad, planeación y sostenibilidad (económica,
política, social, cultural) para la emisora.
Diferentes estudios que nos
abrirán a un panorama para averiguar lo que son las audiencias de nuestra emisora,
audiencias que mutan, cambian debido a esta nueva plataforma de internet, la
cual implicará una mayor fragmentación en ellas, por lo que se tiene que
considerar una mayor precisión para medirlas.
Pero que además de ello, nos
harán preguntarnos como programadores de radio ¿cuáles son las funciones del
medio? Descubriendo que no sólo son las de entretener, educar, informar sino
también funciones como las de formadores de opinión pública, como vendedores y
como activadores de procesos sociales, en esta última me voy a detener, pues la
radio on line6 ha empezado una revolución en la forma de hacer
radio, siendo ésta interactiva, dando oportunidad a que las nuevas audiencias
sean participativas y agentes de cambio en sus sociedades. Pero también,
teniendo la facultad de ser más selectivas a la hora de decidir los medios que
están dispuestos a aceptar y hacerlos parte de ellas.
PROPUESTA: Como programadores
radiofónicos, debemos redefinir nuestra emisora debido al constante cambio en
el que nos vemos absorbidos por lo digital. Reinventarnos sin perder nuestra
esencia será el objetivo para mantener equilibrio perfecto y así las nuevas
audiencias sigan siendo el ente protagonista de la existencia de una emisora. Y
esto lo logaremos con el constante estudio de audiencia, pues si no conocemos
las necesidades, gustos, preferencias, comportamientos de nuestros usuarios
estaremos dando algo a alguien que no tiene remitente, es decir, que jamás
llegará a quien queremos. Por lo tanto, el diseñar nuevos productos
radiofónicos que cuenten con un tratamiento atractivo y efectivo pero de escasa
duración, con la posibilidad de incrementar la interactividad del usuario de
Internet con el medio, generando la aparición de un formato diferenciado siendo
más atractivo para los usuarios en red.
ebooks citados:
Flor,
ResponderEliminarNoto confirmaciones atendibles y que postulan una interesante novedad, como la de conectar realidades.
Podrías mejorar el empleo de tus fuentes de consulta, no solo citarlas, sino aprovecharlas y que ese aprovechamiento se vuelva canal para la explicitación.