No es novedad que el medio
ambiente está siendo destruido poco a poco pero también es cierto que un
porcentaje de la misma humanidad que lo destruye, lo conserva, están creando
nuevas propuestas de cambio para contrarrestar el daño que se le hace al
planeta. Muchas instituciones, ONG’s y organizaciones están poniendo su mirada
en este problema mundial.
La comunicación es una fuerte herramienta
que propone actores sociales quienes pueden lograr dentro
de una comunidad lo que se propongan, pero aunque el trabajo sea con personas, las cuales son diversas y crean relaciones subjetivas todo el tiempo, esto no es impedimento para que puedan trabajar por un solo objetivo, en esta oportunidad tomaré el ejemplo de la Asociación Pukllasunchis, una ONG que tiene a cargo el proyecto llamado “Kawsay”, proyecto que propone crear conciencia para la construcción de aprendizajes, el desarrollo de habilidades y actitudes para cuidar, conservar y tratar adecuadamente el medio ambiente basándose en cinco áreas de trabajo, las cuales son: expresión cultural, biohuerto, residuos sólidos y salud ambiental, crianza de animales, y bosques y entorno.
de una comunidad lo que se propongan, pero aunque el trabajo sea con personas, las cuales son diversas y crean relaciones subjetivas todo el tiempo, esto no es impedimento para que puedan trabajar por un solo objetivo, en esta oportunidad tomaré el ejemplo de la Asociación Pukllasunchis, una ONG que tiene a cargo el proyecto llamado “Kawsay”, proyecto que propone crear conciencia para la construcción de aprendizajes, el desarrollo de habilidades y actitudes para cuidar, conservar y tratar adecuadamente el medio ambiente basándose en cinco áreas de trabajo, las cuales son: expresión cultural, biohuerto, residuos sólidos y salud ambiental, crianza de animales, y bosques y entorno.
Este proyecto ha tenido realmente
resultados muy satisfactores, pasando por la formación de 760 estudiantes en
temas como el uso de los componentes de un agroecosistema y manejo de técnicas
de producción herbolaria con plantas medicinales hasta la construcción de una
malla curricular, el fortalecimiento del eje medioambiental en el ISP
Pukllasunchis y la construcción del Camino Ecológico con 12 puntos de interés.
Pero vayamos más allá de los
resultados físicos, tangibles. Estos niñas y niñas del proyecto “Kawsay” están cambiando el entorno donde viven, su
ambiente partiendo de una educación ecológica, adoptando sus propias ideologías
acerca de cómo contrarrestar el problema del medio ambiente en la región y
hasta del mundo. Tratan en espacios de convivencia con sus compañeros de forma
continua, todos apuntando en un solo norte. Pero este tipo de procesos siempre
es cambiante y la Asociación Pukllasunchis debe haber manejado una interacción
permanente con los niños, niñas, padres, madres de familia y profesores, para
que durante la ejecución del proyecto, éste vaya adaptándose a las necesidades
que van apareciendo durante el camino al desarrollo, al cambio y en esto la
comunicación debe ser la primordial herramienta.
Para que un proyecto de
comunicación para el desarrollo funcione, los actores sociales son los que
promueven la participación y crean un sentido de apropiación de algo o sentido
de pertenencia hacia su comunidad. Alfonso Gumucio, experto en temas de
comunicación para el desarrollo, propone un ejemplo muy gráfico que nos ayuda a
comprender este sentido de pertenencia, nos cuenta que cuando llegaba a una
comunidad X y veía una bomba de agua de palanca pero que no funcionaba, por
ende no había agua, preguntaba a las personas de la comunidad qué es lo que
pasaba con esta bomba y sencillamente le contestaban que no funcionaba porque
faltaba un goma o una tuerca a lo que él respondía “pero eso no cuesta nada,
¿por qué no le ponen?”, y le decían que no es su bomba, que era de alguna
institución externa. Entonces esa es la falta de noción de apropiación de que
el desarrollo es de ellos, y esto es lo
que puede hacer la comunicación para el desarrollo, generar ese sentido de
pertenencia en su comunidad.
Para los niños y niñas que están
desarrollando esta actividad en pro del medio ambiente, son los que se han
identificado con la labor que realizan, han entendido desde el fondo de su
corazón y su alma que el cuidado las plantas, los animales, es una de las
formas de preservar el medioambiente pero esto se ha logrado integrando los
conocimientos propios de su realidad, conocimientos ancestrales de la cultura
andina y amazónica. Entonces, se ha presentado este proyecto con formas
cercanas a su realidad, permitiendo su fácil integración e identificación con
las actividades a realizar.
Si trasladamos este proyecto en
la realidad de la región de Lambayeque, podemos hacerlo, por ejemplo, en el sector
del caserío “Muy finca punto nueve”, “El Adobe”, esta zona es realmente rica en
áreas de cultivo, principalmente el cultivo de arroz, a lo largo de todo el
caserío podemos encontrar grandes espacios de cultivo y donde las casas y sus
habitantes entre niños, jóvenes y adultos están allí en constante acercamiento
con el área. Además, cuentan con áreas donde los árboles de algarrobo forman un
lugar tranquilo donde se puede disfrutar de un ambiente cálido y relajante.
Se puede trabajar preferentemente
con jóvenes y adultos de 20 a 35 años. El objetivo radica en despertar en jóvenes
y adultos el sentido de pertenencia con su espacio geográfico, en términos de preservación
del medio ambiente.
“El Adobe” cuenta con áreas donde
encontramos zonas cercanas a los árboles de algarrobos llenos de restos de
basura, residuos sólidos, incluso afuera de la capilla de la zona. Entonces el
área de trabajo donde se puede incidir en este tema es en la limpieza y cuidado
del espacio geográfico del sector. Formando grupos de pobladores que se
distribuyan determinadas áreas del sector para efectuar la limpieza del lugar y
además el cuidado de los árboles y de la acequia.
HOJA DE RUTA: “El
medio ambiente también es mi casa”
Lugar: Sector “El
Adobe” perteneciente al caserío “Muy Finca Punto Nueve” de la provincia de
Mochumí.
Público objetivo:
Jóvenes y adultos entre 20 y 35 años.
Objetivo: Despertar en jóvenes y adultos el sentido de pertenencia
con su espacio geográfico, en términos de preservación del medio ambiente.
Etapas previas y posteriores al proceso:
Los facilitadores tendrán en cuenta
que para emprender el proceso deben empezar con actividades etnográficas,
conociendo de manera convivencial a la comunidad. Y después de las fases, es
decir al terminar el proceso, deben llegar a la etapa de evaluación, donde se
hace la contrastación de resultados obtenidos durante el proceso, mediante la
elaboración de un documento memoria del proyecto de incidencia.
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