domingo, 13 de abril de 2014

Experiencias comunicacionales: transforman realidades


La Asociación Pukllasunchis es una institución sin fines de lucro dedicada a generar propuestas transformadoras dentro del sistema de educación pública del Perú, así como en los espacios no escolarizados, con un enfoque intercultural, inclusivo y ecológico.

A fin de cumplir sus objetivos emprende varios proyectos, entre ellos está “Proyecto de Jóvenes Sipas – Wayna”, este proyecto en particular tiene como objetivo el de mejorar el desarrollo personal y social como parte de un colectivo de los adolescentes y jóvenes entre 12 y 25 años de la provincia del Cusco, en situación de desventaja social y riesgo, impulsándolos a ser sensibles y propositivos a la diversidad cultural, social y ambiental.

El proyecto cuenta con 3 áreas de trabajo, la primera es “Casa Cultural Juvenil” aquí se brindan talleres de teatro, improvisación teatral, break dance, danza contemporánea, danzas típicas, artes plásticas, entre otros. La segunda área se llama “Participación Ciudadana y Protagonismo Juvenil” el cual trata de estimular el  desarrollo de organizaciones por parte de los adolescentes y jóvenes cusqueños por medio de capacitaciones, estrategias o herramientas que los organizadores imparten. Y por último, el área de “Desarrollo y Crecimiento Personal”, éste se da a través de talleres, jornadas y sesiones de orientación y consultoría psicológica tanto para adolescentes, jóvenes, padres, madres de familia y profesores.

“Proyecto de Jóvenes Sipas – Wayna”, ha logrado crear estrategias que promueven espacios de participación, donde los espacios de diálogo se den continuamente por parte de su público objetivo, desarrollan actividades donde tantos jóvenes como adolescentes puedan conectarse, conocerse y ayudarse mutuamente y esto ¿para qué?, pues para lograr un cambio, primero, individual y por ende social estructural.

El proyecto está enmarcado principalmente en temas de desarrollo y crecimiento personal, y desarrollo de organizaciones,  en un primer plano para los adolescentes y jóvenes, y en un segundo plano, para los padres, madres de familia y profesores. Son temáticas que no sólo se pueden aplicar en la provincia de Cusco sino en muchos otros espacios geográficos porque la persona necesita crecer y la comunicación para el desarrollo ayuda a esto pero generando sentidos en  cada persona, logrando así que este crecimiento, y este cambio sea por los mismos medios de la persona para así lograr un desarrollo que se mantenga en el tiempo, sostenible,  y no desaparezca cuando los gestores de esta comunicación para el desarrollo se vayan.

Se trata de que los actores sociales aporten y tengan un sentido de pertenencia en lo que están haciendo, que le encuentren una razón de ser, que sepan por qué y para qué lo hacen, es decir, que cada integrante de la sociedad o comunidad haga suyo el proyecto en las diferentes áreas en las cuales se están trabajando. Específicamente en este primer proyecto del que hablamos que desarrolla la Asociación Pukllasunchis, se valoriza las acciones en conjunto con los actores sociales, pero estas acciones de desarrollo suponen actividades constantes, cambiantes y cotidianas entre los sujetos los cuales construyen constantemente relaciones subjetivas.

En este tipo de actividades no existen sujetos pasivos, siempre media una relación activa desde que todos hablan y se escuchan mutuamente, hasta en el silencio mismo, puesto que como bien sabemos las actividades como el teatro ayudan al desarrollo de la personalidad, la confianza y la seguridad, los adolescentes y jóvenes también aprenden a relacionarse con sus compañeros y a trabajar en equipo donde unos  ayudan a otros y se aprecia el trabajo de todos. Asimismo, actividades como el desarrollo de organizaciones son capaces de abrir los horizontes de los adolescentes y jóvenes, personas tan apartadas en la inserción de este tipo de actividades, para involucrarse a que ellos mismos sean los creadores y ejecutores de un posible negocio, presupone un alto grado de participación por parte de ellos y esto será propicio para que cobren un mayor protagonismo en actividades como esta.

La experiencia de cambio que esta asociación está logrando en Cusco se puede aplicar en la Región Lambayeque, específicamente en un caserío de la provincia de Mochumí, llamado “Muy finca Punto Nueve”, en el sector “El Adobe” donde puede desarrollarse pero teniendo desde sus inicios a los actores sociales como ejes principales para la experiencia; es decir, desde la formulación hasta la ejecución del proyecto  los sujetos del sector son los que deben proponer el cambio.

En este caso convendría que el trabajo se lleve en conjunto con los niños y niñas de 8 a 11 años del sector, puesto que  ellos son quienes todavía tienen cierta dificultad para entablar relaciones con personajes externos o extraños a su localidad. El objetivo está en desarrollar sus habilidades de interacción con personas desconocidas para ellos, dejando de lado sus miedos o inseguridades.

Se trata de impulsar en los niños y niñas de “El Adobe” mediante actividades artístico expresivas la mejor socialización con las personas que ven por primera vez. Acciones en conjunto como el teatro, el mimo y la danza involucran a los niños y niñas en espacios de constante interacción, despertando en ellos sus capacidades comunicacionales tanto verbal como no verbales. Las bases de este tipo de actividades son la participación y el descubrimiento de nuevas habilidades de ellos mismos en actividades dentro como fuera del escenario, desde la preparación del ambiente, el vestuario, el guión o la dramatización, además estas actividades les permiten crear, inventar, aprender e interactuar grupalmente, los resultados de la acción dependerá de la evolución de estos actores sociales.

HOJA DE RUTA: "Niñas y niños más seguros y confiados"

Lugar: Sector “El Adobe” perteneciente al caserío “Muy Finca Punto Nueve” de la provincia de Mochumí.
Público objetivo: Niñas y niños entre 8 y 11 años

Objetivo: Desarrollar sus habilidades de interacción con personas desconocidas para ellos, dejando de lado sus miedos o inseguridades. 

Etapas previas y posteriores al proceso:

Los facilitadores tendrán en cuenta que para emprender el proceso deben empezar con actividades etnográficas, conociendo de manera convivencial a la comunidad. Y después de las fases, es decir al terminar el proceso, deben llegar a la etapa de evaluación, donde se hace la contrastación de resultados obtenidos durante el proceso, mediante la elaboración de un documento memoria del proyecto de incidencia.



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